Las reformas a Ley del Mercado de Valores y de Fondos de Inversión están actualizando la legislación para generar las condiciones que detonen la irrupción de empresas pequeñas y medianas en el mercado de capitales para levantar financiamiento.
El subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, destacó que la publicación de ambos decretos este jueves en el Diario Oficial significa “un paso importante para consolidar a México como un hub financiero”.
“Este avance significativo para el sector bursátil impulsará la competencia y el dinamismo; facilitará el acceso al financiamiento y simplificará la entrada al mercado con ofertas públicas más accesibles, enfocándose en las medianas empresas”, abundó.
“El objetivo es claro: aumentar la liquidez y fomentar el crecimiento empresarial en México. Ya estamos avanzando en la regulación secundaria en colaboración con reguladores y el sector financiero”, recalcó el funcionario en sus redes sociales.
Ven reisgos y oportunidades
Ernesto O’Farrill, presidente de Bursamétrica, expresó que la legislación se está poniendo al día para crear las condiciones que eleven la oferta de acciones de deuda de Pymes. “Sin embargo, esto no garantiza que el mercado vaya a desarrollarse, porque también se debe elevar la demanda de inversionistas”, advirtió.
“Es necesario adecuar las regulaciones para que los inversionistas institucionales inviertan en el país, de lo contrario se cumpliría la falacia de la Ley de Say, que dice que no por elevar la oferta aumentará la demanda”, recomendó.
Reconoció que en el país hay enormes cantidades de recursos: 6 billones de pesos en las Afores y 2 billones de pesos en las compañías de seguros, que suman 8 billones de pesos, pero la legislación les invita a invertir en el extranjero.
El especialista advirtió del peligro de fraudes, debido a que la reforma permitirá a las casas de bolsa estructurar emisiones de deuda y llevarlas a la bolsa de valores que quieran, y ésta puede inscribirlos en automático en el Registro Nacional de Valores; todo este proceso se puede hacer en dos o tres meses, en lugar de 2 a 5 años, lo que está correcto.
Otra parte positiva estriba en que en México se podrán tener hedge funds, que antes no se tenían.
Sin embargo, dijo que esto no garantiza que el mercado vaya a desarrollarse, ya que en el país hay dos bolsas de valores, el Indeval, que es muy eficiente, cinco calificadoras, y 400 sociedades de inversión.
Detalló que en el mercado de valores sólo son 36 casas de bolsa, y no pasan de 250 mil cuentas activas.
Y lo que sucede, señaló, es que los inversionistas institucionales invierten más en Nueva York que en México.
Abundó que en el mercado de deuda hay un mega fraude de colocaciones privadas y las autoridades protegen a los emisores y no pasa nada; “debido a ello es deseable que la regulación secundaria por lo menos exija que los emisores tengan sus estados financieros dictaminados y que intervenga una calificadora”, enfatizó.
Mercado pequeño
Se estima que en México hay 1.2 millones de empresas medianas y pequeñas, pero 77 por ciento no tiene ningún acceso a financiamiento, por lo que la reciente reforma a la LMV les facilitará el financiamiento bursátil.
México tiene una economía importante, pero su mercado de valores es muy pequeño para el tamaño del país, puesto que se tienen alrededor de 138 empresas listadas con sus acciones y unas 184 empresas que emiten bonos. En contraste, la Bolsa de Valores de Mumbai tiene 5 mil firmas listadas, lo que la convierte en la más grande del mundo por el número de empresas.
Francisco García-Naranjo González, socio en Mayer Brown, destacó que las reformas tienen “el objetivo principal de elevar profundidad, competitividad y el dinamismo del mercado de valores mexicano tanto para emisoras como para inversionistas”.
Carlos López Jones, especialista en deuda, afirmó que si se logra colocar mucha deuda local, los inversionistas internacionales que buscan América Latina recurrirían a la deuda mexicana para sus portafolios.
Una de las principales razones de esta reforma es darle ese acceso, pero también es crear un esquema simplificado para que las pequeñas y medianas empresas, que no tienen la infraestructura corporativa, puedan armar una oferta, por lo que se crea este régimen simplificado y que va a ser más fácil para ellas.