La propuesta en materia de pensiones que llegue a presentar el presidente Andrés Manuel López Obrador significaría un retroceso de 25 años y pone en riesgo los logros avanzados, advirtió este martes el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
En conferencia de prensa, el presidente del Comité Técnico Nacional de Seguridad Social del IMEF, Orlando Corona, dijo que proponer una reforma que busca una pensión del 100 por ciento del salario implica regresar a un sistema de beneficio definido que fue administrado por el gobierno federal hasta mediados de los 90.
“Este se caracterizaba por un creciente déficit actuarial que, de acuerdo con estudios de la OCDE, llegó a representar hasta 128.8 por ciento del PIB, incluyendo a trabajadores del IMSS (RJP) y empresas del gobierno (CFE, PEMEX, etc.)”, dijo Corona.
El directivo recordó que con la reforma del 2020 se podrán alcanzar tasas de reemplazo alrededor del 70 por ciento, similar a estándares internacionales, esto sin el incremento de aportaciones del gobierno.
“Se han tenido logros notables, se requieren mejoras importantes, pero éstas deben realizarse con los estudios técnicos adecuados, los consensos necesarios, pero sobre todo sin poner en riesgo la sostenibilidad financiera”, añadió Corona.
Además, dijo que el gasto del gobierno para pensiones asciende a 2 billones de pesos en la actualidad, monto que “representa el 96 por ciento del gasto social” que se destina a educación y salud principalmente.
Reforma de pensiones de AMLO: ¿Quién pagaría?
Esta semana, el presidente López Obrador dio un poco más de detalles sobre la iniciativa a reforma laboral que planea enviar al Congreso de la Unión el próximo mes.
Adelantó que su reforma se centrará en dos temas: en que el salario mínimo aumente todos los años más allá de la inflación y en que los trabajadores se jubilen con una pensión que equivalga al 100 por ciento de su último salario.
Sobre quién cubriría ese gasto, AMLO explicó lo siguiente:
“Tenemos que corregir esa reforma gradualmente (la reforma de pensiones de 1997). Buscar un acuerdo entre empresarios y trabajadores. Pero, para tranquilidad de los empresarios, para que no los atemoricen, el gobierno va a asumir una parte considerable de este desequilibrio”, afirmó.