Economía

AMLO quiere la industria eléctrica como en tiempos de López Mateos: ¿Cómo era en ese entonces?

Adolfo López Mateos tuvo como política que el Estado proveyera la totalidad del servicio eléctrico a la nación, por lo que comenzó con la compra de empresas extranjeras que operaban en el país.

El presidente Andrés Manuel López Obrador presentará esta tarde una modificación a la Constitución, que buscará que la industria eléctrica del país opere como antes de la reforma energética impulsada por el expresidente Enrique Peña Nieto.

“Voy a enviar en el paquete del día cinco, una modificación a la Constitución para dejarla como estaba antes de la llamada reforma energética, dejarla como la dejó el presidente (Adolfo) López Mateos, porque si no, imagínense, cómo vamos a aceptar el predominio del poder particular por encima del poder público”, indicó el presidente de México.

Por lo tanto, López Obrador buscará que la política energética mexicana regrese a los fundamentos que estableció el expresidente Adolfo López Mateos, cuyo mandato abarcó del 1 de diciembre de 1958 al 30 de noviembre de 1964.

¿Cómo era la industria eléctrica con López Mateos?

Al inicio de la administración de López Mateos, el servicio público de energía eléctrica lo prestaban, principalmente, las empresas privadas American and Foreign Power Company y la Mexican Light and Power Company, así como la empresa pública Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Para 1959, la CFE y sus filiales ya contaban con el 53 por ciento de la capacidad instalada de generación eléctrica del país, porcentaje muy superior al 5 por ciento observado en 1945, según datos del libro “La evolución constitucional de la energía a partir de 1917″, publicado por la Secretaría de Energía.

“A pesar de esta capacidad de generación, la CFE únicamente distribuía el servicio de energía eléctrica al 15 por ciento de la población, ya que las empresas privadas extranjeras, operaban como revendedoras de la electricidad generada por CFE, (y ellos se encargaban) de proporcionarla al resto de los consumidores”, se puede leer en el texto.


Debido a que se buscaba que el Estado garantizara el suministro eléctrico al país, en 1959, el gobierno de México inició un proceso de adquisición de acciones y bienes de las empresas extranjeras.

Por ejemplo, en 1963, se expidió un acuerdo para que la empresa de origen canadiense Mexican Light and Power Company transmitiera la totalidad de sus bienes a la compañía Luz y Fuerza del Centro, quien se encargaba de suministrar energía, principalmente, en la zona central del país, incluyendo la Ciudad de México.

La energía eléctrica era una materia de esencial importancia para el país, y cuyo alcance y significado van más allá de un ejercicio anual o de un periodo presidencial, pues trasciende a la vida futura de México, a su desarrollo y a las nuevas generaciones que nos sucedan”, expresó Adolfo López Mateos.

De esta manera, su reforma al artículo 27 de la Constitución Mexicana destacó los siguientes aspectos:

  • La exclusividad de la nación en las actividades de la industria eléctrica que constituyan un servicio público.
  • No se otorgarán concesiones a los particulares.
  • Solo la nación puede aprovechar los bienes y los recursos naturales para la generación eléctrica.

De esta forma, la nacionalización de la industria eléctrica se refiere a que la prestación del servicio público de la energía eléctrica pasó a ser exclusivo de la nación.

Así está la energía eléctrica en la actualidad

Tras la compra de las 13 centrales de generación eléctrica a la empresa española Iberdrola en 2023, la capacidad instalada de la CFE representará el 61 por ciento de la capacidad total instalada en la red.

Según datos de la empresa energética nacional, al inicio de la actual administración, la rebanada del ‘pastel energético’ del país estaba dividida en 54 por ciento para CFE y 46 por ciento para privados.

Se pronosticaba que, para el final de este sexenio, la CFE se quedaría con el 16 por ciento de la generación, y así progresivamente hasta llegar a su desaparición”, indicó Manuel Bartlett durante una conferencia en Palacio Nacional.

Actualmente, 16 empresas privadas aportan el 38 por ciento de la capacidad instalada de energía eléctrica en el país, entre las que se encuentran Iberdrola, Mitsui, SAAVI, Naturgy, Mitsubishi, Enel, Sempra Infraestructura, EVM, Techgen, Grupo México, Aes, Engie, Acciona y Atlántica, según datos de la Asociación Mexicana de Energía (AME).

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