Tras el comunicado del Banco de México sobre las tasas de interés, algunos inversionistas no están de acuerdo con el tono de Banxico.
Hace una semana, Banxico pospuso su recorte y mantuvo la tasa de interés en 11.25 por ciento. De acuerdo con la columna de Enrique Quintana, a los inversionistas no les gustó que el comunicado más reciente de la Junta de Gobierno abriera la puerta a una próxima reducción de tasas sin que la inflación general esté cerca del 3 por ciento.
“A algunos expertos no les gusta este indicador. De hecho, hace años, un alto funcionario del propio Banxico me refería, no entendía por qué considerarlo, pues la inflación era solo una, proviniera desde donde proviniera”, detalla Quintana en su columna de este viernes.
Otras críticas refieren que Banxico abandonó su objetivo Constitucional para congraciarse con el Gobierno y así alentar el crecimiento.
¿Qué pasará en las próximas reuniones de Banxico?
En tanto, Banxico aseguró que en las siguientes reuniones realizará evaluaciones en función de la información disponible sobre la posibilidad de ajustar su tasa de referencia.
Según Enrique Quintana, esto no da por hecho que llegue una baja, pero tampoco la descarta, como ha ocurrido anteriormente.
En entrevista con El Financiero, Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del Banco de México, aseguró que “es previsible que la inflación general comience a estabilizarse y que retome su tendencia a la baja”.
Rodríguez Ceja considera que un tono más ‘blando’ del comunicado daría una interpretación de que se estaba quitando prioridad al combate a la inflación.
De acuerdo con Quintana, una tendencia más firme de la inflación sigue marcando una baja, mientras que los precios más volátiles, así como fueron altos en enero, probablemente ya no lo serán en febrero o marzo.
De acuerdo con el director Editorial de El Financiero, si en la próxima reunión la Junta de Gobierno tomara la decisión de bajar la tasa en un cuarto de punto y dejarla en 11 por ciento y la inflación no bajará más por lo que habría una tasa real de 5.8 por ciento, lo cual ocasionaría una política monetaria restrictiva para controlar la inflación.