Estados Unidos lanzó una advertencia sobre las potenciales tensiones que podrían surgir durante la renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en 2026, citando a China como un factor clave que podría generar fricciones en el proceso.
Durante su participación en un evento de Brookings Institution, Katherine Tai, la representante comercial de Estados Unidos (USTR), abordó los desafíos que se avecinan en la revisión del acuerdo comercial prevista para ese año. Tai reconoció que el mecanismo de revisión fue “tremendamente controversial” durante las negociaciones originales, reflejando el compromiso necesario para establecerlo.
Según Tai, la revisión de 2026 representa un “punto de inflexión” para reevaluar el funcionamiento del T-MEC, y destacó que las disputas comerciales y sus resultados deben formar parte de este proceso, en caso de que no puedan resolverse únicamente a través del sistema de resolución de controversias.
Sin embargo, la funcionaria estadounidense advirtió que el papel de China no puede ser subestimado ni exagerado.
“Ya es un elemento realmente importante de tensión y preocupación que está surgiendo en esta relación comercial muy íntima que tenemos entre tres países”, afirmó Tai.
Tai señaló que la presencia de actores externos como China está impactando cada vez más las relaciones comerciales entre Estados Unidos, México y Canadá, así como su competitividad global.
“Ahora estamos lidiando con el hecho de que hay otros actores que están impactando todos los días cómo nos relacionamos entre nosotros y cómo competimos globalmente”, declaró.
La representante comercial de Estados Unidos subrayó la importancia de monitorear de cerca todos los factores en el camino hacia 2026 para estar preparados para ese momento crucial. Reconoció que no pueden simplemente “despertarse” el 1 de enero de 2026 y decidir qué hacer, por lo que las conversaciones y los informes previos serán fundamentales.
Tai también advirtió que no quieren que la revisión de 2026 ocurra con todas las partes demasiado cómodas, ya que el objetivo es mantener un cierto nivel de “incomodidad” que implique cierta incertidumbre para motivar a los países a continuar reevaluando sus políticas y programas comerciales en respuesta a los cambios rápidos en el entorno global.
“Si no nos mantenemos motivados para responder, entonces vamos a perder”, enfatizó Tai, agregando que el mecanismo de revisión es importante para que las partes lleguen a la conversación de manera responsable, pero también deben aceptar que esa “incomodidad” es en realidad una característica necesaria, no un error.