El superpeso ha sorprendido en los últimos días debido a que regresó a niveles no vistos desde enero.
Esto ocurre con todo y argumentos en contra en los que se preveía que estuviera por arriba de 17 unidades.
Sin embargo, con todo y los factores externos, la moneda nacional se ha mantenido por debajo de esta cifra.
“Los resultados de las exportaciones del mes de enero, que conocimos hace pocos días, reportan una clara desaceleración o una caída de los ingresos de divisas”, explica Enrique Quintana en su columna de este jueves en El Financiero.
El nivel de reservas internacionales que se reportó esta semana fue de 213 mil 903 millones de dólares, lo cual está por encima del cierre de 2023.
“Las apuestas favorables al peso mexicano en los mercados internacionales son tan amplias que los factores mencionados no bastaron para debilitar a nuestra moneda”, añade el columnista.
Un ejemplo es la encuesta de Citibanamex, publicada el 5 de marzo, la cual indica un promedio de 18.50 pesos como estimado para el cierre de año.
Sin embargo, en realidad no hay una idea clara de cómo continuará el tipo de cambio en los siguientes meses, a pesar de que se retoman indicadores como la desaceleración en las exportaciones y del diferencial de tasas.
De acuerdo con el columnista, otra explicación ante los datos del peso es que desde hace un tiempo el tipo de cambio dejó de ser predecible.
“Sería un absurdo pretender anticipar cómo irán las cotizaciones al final de este año. Lo único que sí sabemos con certeza es que el mundo está tan incierto y volátil que vamos a tener fluctuaciones”, añade Quintana.
¿Cómo impactarán las elecciones en el superpeso?
También existe la creencia de que durante las campañas y tras los resultados de las elecciones 2024 en México, habrá un impacto en el tipo de cambio.
“Lamento decirles que a los grandes inversionistas no les importa ese resultado. Suena feo, pero les da lo mismo que sea Claudia o Xóchitl”, explica Enrique Quintana.
Agrega que en ningún caso hay amenaza para la estabilidad financiera del país, por lo que el tipo de cambio es ajeno al proceso electoral.