Una nueva estratificación de ISR para las personas físicas, que considerara ricas a las personas que perciben 150 mil pesos al mes, lo que equivale a un ingreso anual de un millón 800 mil pesos, podría elevarle su pago de impuestos en 137 mil 33 pesos en caso de que se les incrementará la tasa de ISR de 34 por ciento que paga actualmente a 35 por ciento.
Con la tarifa actual, considerando que la persona tuviera una base gravable de ingresos de un millón 800 pesos, pagaría un ISR de 492 mil 967 pesos. Si se le aplicara una tasa de 35 por ciento, pagaría al fisco 630 mil pesos.
En otro escenario hipotético, una persona que percibe 208 mil 333 pesos mensuales, equivalentes a 2 millones 500 mil pesos anuales, que actualmente paga 730 mil 967 pesos de ISR, con una reforma fiscal que elevara la tasa de ISR a 38 por ciento, debería pagar 950 mil pesos de impuestos, un alza de 219 mil 33 pesos.
En tanto, una persona que gana 5 millones de pesos al año que actualmente paga un millón 585 mil 849 pesos, si le aumentarán el ISR a la tasa marginal máxima de 42 por ciento que cobran en promedio los países de la OCDE, debería pagar 2 millones 100 mil pesos de impuestos un monto mayor en 514 mil 151 pesos.
El estudio Posibilidades para una Reforma al ISR de las Personas, coordinado por la Fundación Friedrich Ebert, destaca que si se hicieran algunos cambios fiscales se podría lograr una recaudación adicional de alrededor de 2.4 por ciento del PIB.
Entre los cambios destaca la reducción del umbral al que entra en vigor la tasa máxima vigente, que actualmente es de 35 por ciento a 150 mil pesos mensuales; la elevación de la tasa marginal máxima a niveles comparables con otros países, y la apertura de nuevos tramos en la tabla del ISR para hacer más progresivo el aumento de la tasa a partir del 35 por ciento actual.
“Y suponemos que esta reforma se diseña de tal forma que el aumento promedio de la contribución de los tres percentiles más ricos se eleve en 10 por ciento en promedio, tendríamos una recaudación adicional de alrededor de 2.4 por ciento del PIB”, recalca.
En el texto se destaca que como están actualmente los estratos de ingreso y las tasas de ISR, el incremento en la tasa impositiva castiga más a rangos de ingreso bajo y medio, que a los rangos de ingreso más altos.
Expone que la tasa marginal máxima que se aplica en México es de 35 por ciento. Esta tasa es superior al promedio de la que se aplica en América Latina (26.6 por ciento) pero inferior a la que se observa en promedio en la OCDE (42.8 por ciento en 2019), en donde varios países cuentan con tasas mucho más altas: 12 países europeos, además de Canadá, Israel y Japón, tienen tasas marginales máximas de entre 50 y 60 por ciento y otros 12 tienen tasas máximas entre 40 y 50 por ciento, entre ellos EU, con una tasa de 43.7 por ciento o 46 por ciento, si se incluyen las contribuciones personales a la seguridad social.
En solo 12 de los 36 países la tasa marginal máxima es inferior a 40 por ciento, como en México.
Rolando Silva Briceño, vicepresidente fiscal del IMCP, afirmó en entrevista que es inexacto comparar la tasa máxima de ISR de México con la de los países de la OCDE, debido a que en México una persona de ingresos altos no recibe en contraprestación la misma calidad y cantidad de servicios públicos que hay en los países de la OCDE.
Por ejemplo, agregó, en muchas ocasiones las personas de altos ingresos en México no acuden al IMSS al servicio médico ni llevan a sus hijos a las escuelas públicas, por su deficiente calidad.
Asimismo, las personas de altos ingresos deben pagar su propia seguridad, debido a la alta inseguridad en el país.