Con la iniciativa de Morena de dirigir los recursos de las cuentas inactivas de las Afores de trabajadores de más de 70 años para conformar el Fondo para el Bienestar, han surgido dudas sobre cuándo se comienza a considerar la inactividad de una cuenta.
En ese sentido, el reglamento de la Ley del SAR, artículo 67, define a las cuentas inactivas como “aquellas que no hayan tenido movimientos por depósitos de cuotas y aportaciones durante el periodo de un año calendario contado a partir del último depósito realizado”.
Respecto a las causas por las cuales una cuenta podría estar inactiva, esto tiene múltiples razones como la disminución de plazas y cambios de empleos, trabajos temporales o la migración del trabajo a la informalidad, y fallecimiento.
No obstante, aunque la cuenta se considere inactiva, al no recibir aportaciones, los recursos continúan generando rendimientos, ya que se sigue invirtiendo el dinero. Igualmente, éstos permanecen en la cuenta individual, sin que nadie pueda hacer uso de ellos.
La Ley del IMSS vigente especifica que cuando una persona fallece y tiene una cuenta en una Afore, los recursos que se tienen en la subcuenta de Retiro, Cesantía en edad avanzada y Vejez (RCV) se entregan a los beneficiarios, pero si el IMSS detecta que han pasado 10 años, de la edad de pensión, o de la muerte del trabajador, podrá tomar los ahorros y hacer su devolución, en caso de que exista un reclamo.
La cuenta individual se integra por tres subcuentas a su vez: de Retiro, Cesantía en edad avanzada y Vejez (RCV), de Vivienda y de Aportaciones Voluntarias. En la primera se contemplan aportaciones sobre el Salario Base de Cotización (SBC) del trabajador, integradas por el patrón, el gobierno y él mismo. En la segunda únicamente aporta el empleador y es el Infonavit quien la administra; ahí la Afore sólo lleva un registro y control de los recursos. Por su parte, la tercera corresponde a los depósitos que los trabajadores realizan de manera voluntaria para incrementar el saldo de su ahorro.
Importante que los trabajadores ubiquen su Afore
Acorde a la Asociación Mexicana de Administradoras de Fondos para el Retiro (Amafore), cuando un trabajador inicia a laborar de manera formal y aún no ha elegido una Afore, su ahorro para el retiro se encuentra en una “cuenta concentradora”.
“Si después de un año el trabajador sigue sin elegir una Administradora, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) asignará su cuenta a alguna Afore que haya otorgado los mejores rendimientos y cobrado las más bajas comisiones”, explicó.
No obstante, para aquellas personas que desconocen en qué Afore se encuentran sus recursos, podrán consultarlo a través de la aplicación de Afore Móvil, en donde se les pedirán datos básicos como: CURP, un correo electrónico, número de teléfono e identificación oficial.
Inclusive, para aquellas personas que después de ubicar a su administradora no estén conformes con la Afore que se les designó, podrán cambiarse a otra dentro de esa misma aplicación. A propósito, la Amafore recomienda que los trabajadores antes de hacer este procedimiento, revisen los comparativos de comisiones; rendimientos en los últimos 12 meses y 5 años, para que con ello, se pueda tomar una decisión más informada.
Si la información proporcionada para el cambio de Afore es correcta, se aceptará dicho cambio al quinto día hábil, pero este proceso puede llevar hasta 50 días, según Amafore. Asimismo, se recomienda a la población que estén en constante seguimiento del dinero de su Afore, por medio de estados de cuenta.
De igual manera, a través de dicha plataforma, los trabajadores podrán realizar aportaciones voluntarias, e incluso, solicitar retiros por desempleo al tener 46 días naturales sin empleo; una cuenta individual con un mínimo de 3 años de antigüedad; al menos 2 años cotizando ante el IMSS; y no haber realizado este retiro en los últimos 5 años.