El secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, aseguró en Washington que México logrará concretar la consolidación fiscal en 2025.
Explicó que el déficit de 2024 se planteó para concluir los grandes proyectos de infraestructura de la presente administración, pero dichas obras no implican un gasto recurrente, por lo que en 2025 se reducirá el desequilibrio fiscal.
Enfatizó que en el próximo año ya no se destinará un presupuesto extraordinario a la inversión en grandes obras, como está ocurriendo en 2024. “Entonces, en términos de saldos presupuestarios en 2025, el panorama es diferente al de 2024″, abundó en el marco de las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial.
En una charla con los miembros de la Cámara de Comercio de Estados Unidos y del Atlantic Council, destacó que se ha apoyado a las empresas en el país manteniendo el equilibrio macroeconómico sólido y las cuentas fiscales en orden.
Resaltó que la economía mexicana es una de las más abiertas del mundo para los capitales y el comercio, lo que le brinda un futuro más promisorio.
Puntualizó que el país exporta alrededor del 36 por ciento de su PIB, lo que solo es comparable con las economías más abiertas de Europa. Pero el alto grado de exposición a la economía mundial hace al país muy sensible a los acontecimientos globales, con un probable impacto en la población, por lo que deben estar atentos a aplicar políticas adecuadas para mitigar estos efectos.
Motores del crecimiento
El titular de Hacienda subrayó que la economía mexicana creció el año pasado 3.2 por ciento anual, superando las expectativas de los analistas, principalmente debido a altos niveles de inversión, que aumentaron 19.4 por ciento en 2023, el nivel más alto en 29 años, así como al consumo interno, que subió 4.3 por ciento anual, y por la solidez del mercado laboral.
En este contexto, el funcionario señaló que han sido factores importantes el fortalecimiento de la oferta, la renegociación del T-MEC, el incremento del nivel de inversión pública en energía en proyectos como el Plan Sonora y la planta de Puerto Peñasco, y la modernización del marco de asociación público-privada, hacia uno más equitativo y equilibrado.
De igual modo, sostuvo que un aspecto fundamental para la marcha positiva de la economía ha sido mantener los equilibrios macroeconómicos sanos y el respeto irrestricto de la autonomía del banco central.
Destacó que en esta administración se dio un fortalecimiento de los niveles de ingreso de la población mediante el aumento al salario mínimo y la eliminación de malas prácticas de subcontratación, lo que se complementó con becas universales para adultos mayores, para estudiantes con discapacidad y para jóvenes sin trabajo, o que están estudiando para ser matriculados en empleos proporcionados por los empresarios.
Asimismo, detalló que la puesta en marcha de programas de desarrollo regional con recursos presupuestarios que se destinaron principalmente a la zona sureste del país, así como a la frontera norte, ha permitido facilitar el comercio y la competitividad e impulsar el desarrollo de nuevos puertos y sitios turísticos.
Trabajo global
Ramírez de la O argumentó que a México le interesa trabajar más de cerca con el grupo de países que conforman el G-20, pero también con diversas instituciones y organismos multilaterales, para contribuir al desarrollo de soluciones globales, por ejemplo, con la imposición de un impuesto mínimo global.
Explicó que debe haber una tasa de impuesto global porque existe un gran vacío legal en la economía mundial para las transacciones de venta, debido a que la naturaleza y la evolución de la economía mundial permiten que ciertos vendedores se beneficien de un sistema que no aborda ese problema.
Por otro lado, se manifestó a favor de revisar el funcionamiento y la posibilidad de renovar la arquitectura de las instituciones emanadas del acuerdo de Bretton Woods, como son el FMI y el Banco Mundial, por ejemplo, para corregir ciertos puntos, como los gigantes niveles de déficit en cuenta corriente de algunos países, como Estados Unidos, lo cual no puede llevar a un buen final.