La resistencia de la inflación en México ha respondido a la solidez de la demanda interna, trasladándose hacia los servicios, pero ahora el debate podría centrarse con mayor atención en las condiciones climáticas.
Las sequías y las altas temperaturas podrían convertirse en un problema en la lucha contra la inflación, pues afecta la formación de precios en productos como frutas y verduras, principalmente.
De hecho, este componente fue el principal catalizador de los precios durante abril, en el que la inflación general se ubicó en 4.65 por ciento anual, desde 4.42 por ciento en marzo.
¿Alguien ya sacó la correlación entre el grado de sequía enfrentado por las regiones agrícolas del país, más las productoras de las principales importaciones y los datos de inflación de hoy? Tengo la sospecha de que ahí hay una explicación (y malas noticias para la política monetaria)”, dijo en su cuenta de X, el investigador en el Departamento de Economía de la University of Massachusetts, Luis Monroy-Gómez-Franco.
Tan solo en abril, la inflación de las frutas y verduras repuntó 3.94 por ciento a tasa mensual, el más alto para un mismo mes desde el 2021, indicó el INEGI.
A tasa anual, la inflación de frutas y verduras fue de 18.57 por ciento, con lo que ligó cinco meses con tasas a doble dígito.
De las sequías, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) refirió que, al cierre de febrero de este año, casi 70 por ciento de la población en el país atravesó una sequía, y casi 50 por ciento estaba en un lugar con una sequía severa, extrema o excepcional.
¿Qué frutas y verduras subieron más de precio en abril 2024?
Al interior de estos productos, en los que el INEGI da seguimiento a 31 frutas y verduras, 26 marcaron una tasa anual por encima del nivel general de precios que fue de 4.65 por ciento en abril.
Y de los 26 genéricos, en 25 hay tasas a doble dígito, según los datos del INEGI.
Por ejemplo, la inflación más elevada fue la de la cebolla, con 82.53 por ciento anual en abril; el pepino, 58.56 por ciento, y el tomate verde, 57.10 por ciento.
La persistencia del clima adverso para el cultivo es un factor en contra, pues el proceso productivo no cubre la demanda y ante menor oferta los precios podrían repuntar hacia delante.
Como efecto, establecimientos como restaurantes podrían incrementar sus precios a los consumidores, debido al aumento de sus insumos de frutas y verduras.