El menor dinamismo de la economía mexicana de inicios del año apunta a extenderse para el segundo trimestre, o por lo menos hasta abril, lo que provocaría un ritmo más lento hacia los próximos meses.
La actividad económica habría avanzado 1.7 por ciento anual en abril, la cifra más baja desde enero, de acuerdo con cifras desestacionalizadas del Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE).
En su comparación mensual, el IOAE avanzó 0.1 por ciento en abril, lo que se daría tras una contracción de 0.2 por ciento en marzo, revelan cifras del INEGI.
Analistas de Citibanamex señalaron que siguen anticipando una desaceleración, y que las cifras del Inegi implicarían una revisión a la baja en el desempeño del Producto Interno Bruto (PIB) del primer trimestre.
Añadieron que la pérdida de dinamismo de la actividad económica, que inició en el cuarto trimestre de 2023 y se extendió al primer cuarto del presente año, incrementan los riesgos a la baja para la actividad productiva.
Marcos Arias, supervisor de análisis económico de Econosignal, dijo que en febrero se vio un crecimiento con fuerza de 1.4 por ciento mensual, el cual sirvió para revertir el nulo avance reportado desde el cierre del año pasado, por lo que ya lucía complejo que mantuviera el ritmo en marzo y abril.
“Además, ya no tenemos catalizadores como la Semana Santa, que cayó en marzo y que en abril puedan ayudar a la economía”, dijo el especialista, que prevé un crecimiento del PIB de 2.2 por ciento para todo este año.
En el desglose por actividad económica se prevé que las secundarias o la industria tengan un avance de 1.6 por ciento anual en abril, por debajo del 2.1 por ciento reportado en marzo.
Mientras que las actividades terciarias o de servicios moderaron su ritmo, con un incremento de 2.2 por ciento anual en abril, desde 3.1 por ciento de marzo, según el IOAE; estos datos estarían por debajo del 3.2 por ciento observado en febrero.
Estancamiento mensual
La industria y los servicios tendrían un estancamiento en abril, es decir, una variación mensual de 0.0 por ciento, tras un avance de 0.6 por ciento y una caída de 0.3 por ciento en marzo, respectivamente.
Analistas de Monex señalaron que el dato mensual es “poco optimista y deja señales de debilidad económica”, y con ambos sectores enfrentando presiones. Destacaron que, serán clave los datos que publique esta semana el INEGI, que “robustecerán el panorama económico actual, principalmente del sector industrial y servicios” en el balance del primer trimestre.
“Si la actividad económica en general se desacelera, ello restaría vigor al empleo y la confianza. Asimismo, aunque prevemos que bajen algo, la inflación y las tasas de interés continuarán algo elevadas, limitando el poder adquisitivo de los hogares y el acceso al crédito, respectivamente”, destacó Ángel Huerta, analista de Ve por Más.
Factores clave
Más allá de este escenario de ralentización a partir de la segunda mitad del año, hay distintos factores que estarán pesando sobre la actividad, escenario en el que se encuentran las altas tasas de interés y el cambio de gobierno.
En el caso de los servicios, Arias dijo que hay cierta cautela de los consumidores, debido en parte a los efectos de la política monetaria restrictiva. “Es una debilidad que poco a poco se vuelve más estructural en la dinámica de 2024 de la economía y nos llama la atención”.
En la industria, la manufactura tuvo un inicio de año poco vistoso, sector que ha mostrado altibajos en meses recientes, sin embargo, el freno puede venir de la construcción.
“No vemos que el ritmo de la inversión pública se mantenga y eso puede tener sentido porque ya hay un porcentaje de avance (en obras insignia), y por otro lado vamos a ver una desaceleración muy fuerte si no hay algo que supla”, añadió.