La reforma fiscal que pretende Xóchitl Gálvez consiste en ‘taponear’ la hemorragia de recursos que se gastan en sostener actividades de Pemex que arrojan pérdidas, así como frenar el gasto de recursos mexicanos en empresas y proyectos que son un ‘barril sin fondo’, afirmó Ildefonso Guajardo.
En entrevista, el coordinador de asuntos internacionales de la campaña de la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, enfatizó que “para ella, la famosa reforma fiscal es reformar a este ‘monstruo’ que sigue perdiendo dinero de los mexicanos de una manera bestial, estamos hablando de 2 billones de pesos dilapidados por Pemex en este sexenio”.
Recalcó que el plan es concentrar a Pemex en las áreas donde realmente produce la mayor cantidad de utilidades que es la exploración.
Consideró que en donde realmente se puede hacer que el petróleo de los mexicanos valga es cuando se licitan los pozos. En las subastas el que invierte ante la incertidumbre de la exploración para encontrar el hidrocarburo, compite ofreciendo qué porcentaje de cada barril le darán a Pemex.
“Las subastas llevan a 70 y 80 por ciento de retorno o 70 y 75 por ciento. Ahora resulta que Pemex ya ni le paga lo que le debe pagar al gobierno y su rentabilidad es bajísima”, subrayó.
Recalcó que no se plantea una reforma fiscal de alza de impuestos, pero sí una ampliación de la cobertura, porque diseñarán mecanismos para reducir la informalidad.
Guajardo agregó que “la candidata del gobierno, Sheinbaum, habla que uno de los logros de la 4T fue separar al poder económico del poder político… pero siguen favoreciendo con contratos indiscriminados y poco transparentes a algunos de la mafia del poder”.