Los crecientes precios del cilantro causados por la sequía están obligando a las taquerías a repensar sus platos y a los mercados a deshacerse de la hierba.
La semana pasada, un manojo de cinco kilogramos se vendía en el mayor mercado mayorista de la capital a entre 440 y 500 pesos en promedio, según datos la Secretaría de Economía. Eso es más que los 110 pesos de la primera semana de mayo.
¿Por qué se ha elevado el precio del cilantro?
La mayor parte del suministro de cilantro del país proviene del estado central de Puebla, que, como gran parte del país, ha sufrido falta de lluvia y un calor sin precedentes.
La hierba es un alimento básico de la cocina mexicana, desde los atestados puestos de comida callejera hasta los restaurantes de alta gama.
“En Puebla tuvimos un problema de sequía y granizo que causó daños al cultivo”, dijo Juan Carlos Anaya Castellanos, director general del Grupo Consultivo de Mercados Agrícolas. El consumidor minorista promedio está pagando aproximadamente cuatro veces más que hace un mes, dijo.
Las condiciones climáticas extremas exacerbadas por el cambio climático están afectando los precios de los cultivos en todo el mundo, incluidos productos básicos como el trigo y la soja.
En México, la escasez de agua ha elevado el precio de otros productos, como la cebolla, el brócoli y el aguacate, dijo Anaya.
La sequía ha sido un factor para mantener la inflación obstinadamente por encima de la meta del Banco de México (Banxico), y los analistas en una encuesta de Bloomberg proyectaron que los aumentos de precios se aceleraron a principios de junio. Parece menos probable que el Banxico pueda reducir los costos de endeudamiento en su reunión de la próxima semana.
¿Cómo se las ingenian las taquerías para sustituir el cilantro?
Las taquerías y restaurantes mexicanos están haciendo frente a los últimos aumentos de precios, sustituyendo con el perejil o la lechuga, dijo Anaya. Algunos mercados pequeños no lo están comprando en absoluto.
Taquería Gabriel, en la alcaldía Cuauhtémoc de Ciudad de México, está pidiendo 10 kilogramos de cilantro cada cuatro o cinco días, aproximadamente la mitad de lo que suele pedir, y poniendo menos en sus tacos, según el gerente Blas Juárez.
“Pero como son tacos, no podemos prescindir de ellos”, dijo Juárez antes de la hora punta del almuerzo del viernes.