Una empresa controlada por la persona más rica de México, Carlos Slim, está invirtiendo mil 200 millones de dólares para desarrollar un vasto campo en el golfo de México ―que se espera que produzca gas alrededor de 2026―, en un modelo potencial de cómo la compañía petrolera estatal de México trabajará con la empresa privada.
Grupo Carso SAB de Slim ha llegado a un acuerdo con Petróleos Mexicanos (Pemex) para explorar y extraer gas de Lakach, un campo en aguas profundas descubierto en 2007 a unos 98 kilómetros al sureste de la ciudad de Veracruz.
Pemex será propietaria del campo y sus reservas, mientras que el Grupo Carso construirá una planta terrestre para almacenar y procesar el gas y los condensados. Bajo la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, cuyo mandato finaliza en septiembre, el Gobierno mexicano ha reafirmado el control estatal de la industria energética, pero la producción y la exploración se han ralentizado al haber menos inversión privada.
Slim está logrando encontrar formas de trabajar con Pemex donde otros no han podido avanzar. El año pasado, Pemex desechó un acuerdo similar para desarrollar Lakach con New Fortress Energy Inc. En diciembre, López Obrador elogió un acuerdo de Carso para adquirir participaciones en dos campos petrolíferos, “porque queda en manos de mexicanos y estoy seguro que se va a invertir para extraer crudo”.
La sucesora de López Obrador, la presidenta electa Claudia Sheinbaum, ha dicho que trabajará con inversionistas privados del sector de la energía, al tiempo que insiste en que los recursos naturales de México pertenecen al pueblo.
Carso se asociará con Talos Energy Inc., con sede en Houston, y con una unidad local de la española Fomento de Construcciones y Contratas SA para desarrollar Lakach. Slim posee participaciones en ambas empresas. Aunque la mayor parte de su fortuna de 93 mil 300 millones de dólares procede de su empresa de telecomunicaciones, América Móvil SAB, Slim lleva más de una década invirtiendo en proyectos energéticos, como la construcción de plataformas marinas.
La semana pasada, Slim dijo que México necesitaba invertir en energía para poder aprovechar las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos y atraer más inversiones. En un evento realizado en México para conmemorar el Día del Ingeniero, dijo que sus empresas también tienen permisos para producir energía geotérmica, pero que el gobierno aún no ha permitido la producción.
Las acciones de Carso cayeron un 2.8 por ciento a 127.86 pesos al cierre en Ciudad de México antes de que se anunciara el plan de Lakach. La acción ha bajado 33 por ciento este año después de haberse duplicado con creces el año pasado.