El pago con tarjetas bancarias en México tuvo una notable desaceleración en junio, al mostrar un crecimiento de 8.6 por ciento anual en términos reales, desde 14.6 por ciento anual reportado en mayo, de acuerdo con datos del Banco de México (Banxico).
El menor dinamismo se da en medio de la debilidad del mercado laboral formal y una inflación persistente; además, el dato del sexto mes del año fue el más bajo en 40 meses, desde febrero del 2021.
Además, el avance rompió una racha de 18 meses con tasas de crecimiento anual a doble dígito, que fue de diciembre del 2022 a mayo del 2024.
El monto total de los pagos con tarjetas fue de 459 mil 406 millones de pesos en el sexto mes del año, de los cuales, el 59.5 por ciento se hizo con tarjetas de débito y el 40.5 por ciento restante con tarjetas de crédito.
Moderan consumo
La moderación reflejó que los mexicanos utilizaron ampliamente sus tarjetas en mayo y optaron por enfriar su consumo en junio.
“Hay un atorón en la parte del consumo, de la actividad económica como un todo, pero en específico del consumo; es una menor dinámica explicada principalmente por una menor generación de empleos (formales) y un rebote en la inflación, entonces esto le ha terminado afectando al gasto del consumidor”, explicó el subdirector de análisis económico de CIBanco, James Salazar.
Por su parte, Octavio Dorantes, profesor de economía de la UNAM, recordó que mayo es un mes muy dinámico en cuanto al uso de las tarjetas, con promociones a meses sin intereses, son uno de los principales elementos que estimulan las compras de bienes y servicios, y también en junio la inflación se incrementó a 4.98 por ciento anual, por lo que las familias tuvieron que moderar sus compras.
“No solo el Día de las Madres fue un día en el que los mexicanos usamos las tarjetas, también se llevó a cabo el Hot Sale del 15 a 23 de mayo, fueron nueve días en donde se realizaron diversas compras por las promociones bancarias. En contraparte, en junio el incremento de los precios, sobre todo en frutas y verduras condicionaron el consumo”, dijo.
Supermercados ganan
De los 30 subsectores de los que Banxico recopila información, en 26 se observaron crecimientos anuales y de estos, en 14 fueron alzas a doble dígito.
En el desglose de los datos destacaron los rubros del consumo de bienes básicos; por ejemplo, el mayor incremento del consumo que fue pagado con tarjetas fueron los supermercados, donde se reportó un crecimiento anual del 65.7 por ciento, en términos reales.
En negocios de comida rápida se observó un aumento de 47.5 por ciento anual; en misceláneos, de 30.1 por ciento; en estacionamientos, 20.5 por ciento; telecomunicaciones, 18.8 por ciento, y en salones de belleza, 17.4 por ciento anual en términos reales en junio.
Salazar indicó que la expectativa es que la dinámica del consumo estará limitada por las altas tasas de interés e inflación, “aunado a temas internos, hay incertidumbre en torno al ciclo político y hay decisiones que se terminan posponiendo en espera de nuevas directrices”.
Los sectores en los que se reportaron caídas fueron aquellos asociados con el turismo; en el transporte aéreo el descenso fue de 8.6 por ciento anual real; renta de autos, 7.4 por ciento; transporte terrestre de pasajeros, con 2.2 por ciento, y en hoteles, 1.7 por ciento.
Resiliencia
Con estos datos, la perspectiva sobre el consumo podría sugerir cierta desaceleración en esta segunda mitad del presente año, que provoque un menor dinamismo en la economía en general, más cuando el gasto de los hogares en uno de los principales motores de la actividad productiva.
No obstante, la fortaleza del mercado laboral, la derrama económica de los programas sociales actuales y los que pretende implementar el nuevo gobierno gederal, podrían dar resistencia al consumo de las familias.
Humberto Calzada, economista en jefe de Rankia Latam, dijo que una posible señal positiva para el consumo sería que haya recortes a la tasa de interés, además, la última parte del año presenta una época de mayor consumo.
“Aunado a los planes del nuevo gobierno de seguir con estos programas sociales, creo que sí puede ser otro factor que refuerce el consumo y venga un repunte, pero todo depende de las tasas de interés, la confianza del consumidor y el empleo”, apuntó Calzada.