La economía mexicana confirmó su trayectoria de desaceleración al avanzar 1.0 por ciento anual en el segundo trimestre del año, por debajo del 1.1 por ciento estimado previamente, de acuerdo con el dato revisado por el Inegi.
Esta cifra fue la más baja desde el primer trimestre del 2021, y los analistas anticipan un bajo dinamismo en la segunda mitad del año.
En la variación trimestral, el Producto Interno Bruto (PIB) avanzó apenas 0.2 por ciento, en línea con la estimación previa.
El enfriamiento de la actividad ha sido una constante desde hace varios meses, ya que hasta el segundo trimestre del año ligó siete periodos con lecturas a la baja, según cifras ajustadas por estacionalidad.
Por sector, el Inei hizo una ola de revisiones a los tres grandes sectores. El sector terciario tuvo un crecimiento de 1.5 por ciento anual en el segundo trimestre, por debajo del 1.7 por ciento estimado.
El sector secundario mostró un avance de 0.4 por ciento, por debajo del 0.5 por ciento previsto. El PIB del sector primario tuvo una caída de 2.5 por ciento anual, más profunda que la contracción de 2.2 por ciento proyectada anteriormente.
Analistas de Citibanamex indicaron que los efectos sobre la actividad del mayor gasto público, y de la inercia del consumo privado, no fueron suficientes para contrarrestar el estancamiento de las exportaciones y la desaceleración de la inversión privada.
“Anticipamos que el crecimiento de la actividad permanezca moderado en la segunda mitad de 2024, ante la expectativa de una desaceleración de la economía estadounidense, una menor generación de empleos, los elevados niveles de tasas de interés real y una menor confianza empresarial”, indicaron.
Ve por Más anticipa que la economía no se acelere notablemente en la segunda mitad del año, en la medida en la que el consumo privado y la inversión mantengan un dinamismo moderado, aunado a la atonía en el motor externo.
El director para América Latina de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño, explicó que los datos muestran que la economía inició la fase de contracción del ciclo político desde junio, y que una vez terminado, ahora sufre un choque por la ausencia del gasto por los comicios y comienza la cancelación de trabajos temporales creados durante el proceso electoral.
Semestre débil
En el balance del primer semestre, el PIB de México acumuló un crecimiento de 1.8 por ciento anual, según cifras originales, dato que estuvo muy por debajo del 3.6 por ciento observado hace un año.
Además, el crecimiento de la economía de esta primera mitad sido el más débil desde el 2020, cuando la actividad se desplomó 10.9 por ciento.
Por sector, los servicios exhibieron un crecimiento de 2.3 por ciento anual, perdiendo fuerza desde el 3.8 por ciento del primer semestre del año pasado; mientras que la industria acumula un avance de 1.4 por ciento, debajo del 3.3 por ciento observado en 2023.
En cuanto al PIB de las primarias, acumularon una caída de 2.6 por ciento anual, el más bajo para un mismo periodo desde el 2011.
Estancamiento en junio
El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) reportó durante junio un estancamiento mensual, de 0.0 por ciento. Las actividades primarias cayeron 0.4 por ciento y las terciarias 0.2 por ciento, por el contrario, las secundarias avanzaron 0.4 por ciento.
“Los datos de junio del IGAE confirman… el estancamiento del crecimiento local y la debilidad en la última parte del trimestre. Esto explica por qué las revisiones al crecimiento de 2024 han sido modestas”, indicó SURA Investments.
El economista en jefe de Invex, Ricardo Aguilar, dijo a El Financiero Bloomberg que un factor importante para la economía será el comportamiento de la industria en EU y los datos apuntan a que habrá un debilitamiento que impactará en la manufactura mexicana, mientras que los servicios mantienen cierta fortaleza, pero crecen más lento.
Analistas de Monex señalaron que los datos muestran un escenario menos alentador para la economía mexicana, retrocediendo del moderado desempeño del mes previo.
Destacaron que se observa que en los primeros seis meses del año y con cifras desestacionalizadas, el IGAE creció 1.69 por ciento a tasa anual, y este incremento fue su peor resultado desde el mismo periodo de 2020.