Economía

Moody’s ve un ‘panorama turbio’ para México: Recorta expectativa de crecimiento del PIB a 1.3%

El recorte de Moody’s Analytics se da días después de que Banco de México (Banxico) revisó a la baja su expectativa a 1.5 por ciento

“La presencia de nuevos nubarrones está opacando las perspectivas de la economía mexicana en el segundo tramo del año", alertó Moody's.

El clima está nublado y no solo por la temporada de lluvias que vive México, sino también por las perspectivas de crecimiento de la economía, con recortes tanto para este año como para el siguiente.

Ante la pérdida de fortaleza de la economía en la primera mitad del año y señales de debilidad en el inicio de la segunda mitad, aunado a la incertidumbre en los mercados, Moody’s recortó su estimado del PIB.

“La presencia de nuevos nubarrones está opacando las perspectivas de la economía mexicana en el segundo tramo del año. Ante este panorama más nublado, hemos ajustado a la baja el crecimiento económico para 2024 a solo 1.3 por ciento desde 1.8 por ciento previamente y el de 2025 a 1 por ciento desde 1.3 por ciento anteriormente”, explicó el director para América Latina de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño.

El recorte de Moody’s Analytics se da días después de que Banco de México (Banxico) revisó a la baja su expectativa a 1.5 por ciento, desde 2.4 por ciento para este año y para el siguiente a 1.2 por ciento, desde 1.5 por ciento.


Coutiño recordó que en la primera mitad del año la economía se benefició de la fase expansiva del ciclo político-electoral; sin embargo, el crecimiento solo fue de 1.4 por ciento en ese periodo.

En este sentido, explicó que el gasto político-electoral “se apagó una vez terminadas las elecciones”, lo cual restó dinamismo a la actividad en junio; además, la fortaleza del peso del primer semestre, junto a la moderación de la demanda externa “abrieron la brecha comercial negativa, restándole potencial al crecimiento de la economía”.

“Así, la economía mostró una pérdida de dinamismo más marcado a partir de junio, ante la ausencia del gasto electoral, dando inicio a la fase contractiva del ciclo político que se extenderá a lo largo de la segunda mitad del año cuando la transición.

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