Se prevé que el peso mexicano se fortalezca durante la primera mitad del próximo año a medida que los inversores se sientan más cómodos con la nueva administración y la volatilidad en torno a las elecciones estadounidenses se desvanezca, según UBS Group AG.
La moneda debería ganar alrededor de un 5 por ciento desde los niveles actuales hasta 18.50 pesos por dólar a mediados de 2025 y terminar el año en esos niveles, dijo Gabriela Soni, directora de estrategia de inversión de UBS México. Eso es más fuerte que la mediana de las expectativas de los analistas, de 19.13 por dólar, según datos compilados por Bloomberg.
“Vemos una ventana de oportunidad, una mejor relación entre riesgo y recompensa, hacia finales de este año, cuando haya pasado toda la incertidumbre”, dijo Soni en una entrevista en Ciudad de México. En el corto plazo, es probable que la moneda siga siendo volátil, agregó.
El peso mexicano perdió su puesto como la mejor moneda del mundo después de que las elecciones de junio dieron una victoria aplastante e inesperada a la coalición gobernante, lo que le dio una mayoría en el Congreso que permite cambios constitucionales. El peso se desplomó alrededor de un 14 por ciento cuando los legisladores avanzaron con un plan que reemplazaría a los jueces por funcionarios electos, lo que generó temores de que haya menos controles y contrapesos en el partido gobernante Morena.
La moneda se recuperó más del 2 por ciento desde un mínimo de casi dos años este mes, cuando se promulgó la ley, antes de la toma de posesión de la presidenta electa Claudia Sheinbaum. El peso se recuperará con Sheinbaum si implementa una postura más favorable a las empresas que la del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, dijo Soni.
Aun así, los analistas siguen siendo cautelosos respecto del peso, que también se ha visto afectado por la liquidación de las llamadas operaciones de carry trade, la volatilidad en torno a las elecciones estadounidenses y los crecientes diferenciales de tasas de interés con otras monedas emergentes, todo lo cual ha ayudado a mermar su atractivo entre los operadores.
Señales de moderación al peso y la política mexicana
Cuando Sheinbaum asuma el cargo el 1 de octubre, los inversionistas estarán atentos a las señales de que podría moderar la reforma al Poder Judicial mediante la legislación secundaria necesaria para implementarla. Las medidas para endurecer los requisitos para postularse a un cargo judicial serían positivas, dijo Soni.
Los inversionistas también estarán atentos a más detalles sobre sus planes para financiar el gasto en infraestructura nacional para abordar las limitaciones en logística, suministro de energía y agua que podrían obstaculizar la migración de más fábricas a México para estar más cerca de Estados Unidos, el llamado nearshoring.
“Si se manda un plan donde se van a invertir en todos estos temas, para poder resolver los cuellos de botella, entonces también podría ser un catalizador para atraer más inversiones a México”, dijo Soni.
Sheinbaum necesitará diseñar una “apertura hacia el sector privado” para atraer la inversión necesaria para financiar esos planes de infraestructura, dijo.
El peso también podría ganar terreno si Sheinbaum presenta un presupuesto que establezca claramente cómo el gobierno reducirá su déficit, dijo Soni. Sheinbaum y el ministro de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, han dicho que su objetivo es reducir el déficit a menos del 3.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) desde el 5.9 por ciento de este año, que es el nivel más alto desde la década de 1980.
“Un esfuerzo de consolidación —quizás no hacia el 3, sino hacia el 4 o el 4.5 por ciento— sería bien recibido por el mercado”, añadió.
Operaciones en México
UBS está expandiendo sus operaciones de banca privada en México después de cerrar su corretaje de valores local en 2021 y luego adquirir el negocio de Credit Suisse en el país luego del rescate de UBS a su rival suizo en 2023.
Gustavo Galván Duque, director de UBS en México, dijo que el banco está “avanzando bien” en la combinación de los dos negocios, lo que le permitió hacer crecer los activos y clientes de gestión patrimonial de una manera que de otra manera le habría llevado siete u ocho años.