La presidenta Claudia Sheinbaum busca eliminar ventajas injustas que se otorgan a las empresas energéticas privadas que operan en asociación con entidades públicas en México, aunque cuenta con que tendrá el apoyo de capital privado para lograr sus ambiciosas metas de energía renovable, aseguró Alicia Bárcena, secretaria del Medio Ambiente.
“La presidenta está muy abierta a la participación privada, pero las asociaciones público-privadas anteriores eran un poco injustas porque se trataba de que el público financiara al privado sin obtener los mismos ingresos”, dijo en entrevista con Bloomberg.
Ante el mayor déficit presupuestario en casi cuatro décadas, la primera presidenta de México necesitará capital privado si quiere cumplir su objetivo de expandir la energía renovable al 45 por ciento de la generación total de energía para fines de la década.
Los expertos estiman que el plan podría costar hasta 50 mil millones de dólares, dada la inversión insuficiente en las empresas energéticas estatales en los últimos años, especialmente en transmisión y distribución.
El predecesor de Sheinbaum, Andrés Manuel López Obrador, era prácticamente hostil a las empresas privadas, y particularmente a las extranjeras, que buscaban invertir en el sector energético de México, y en cambio dio a Petróleos Mexicanos alivios fiscales e inyecciones de capital que la dejaron aún como la mayor petrolera más endeudada del mundo.
El equilibrio que logre Sheinbaum será crucial para tranquilizar a los inversionistas preocupados por las últimas iniciativas aprobadas, incluida una reforma integral del sistema judicial del país, por Morena y aliados desde que tomaron control absoluto de ambas cámaras del Congreso.
“Ella no quiere poner ningún obstáculo, sino revisar las reglas de las asociaciones público-privadas, lo cual creo que es justo”, dijo Bárcena, quien hasta fines de septiembre fue canciller del país durante el gobierno de López Obrador.
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Bárcena comenzará a trabajar con Pemex para monitorear sus emisiones y desarrollar un plan para reducir tanto las emisiones de carbono como las de metano. “Lo que quiero hacer es reducir la contaminación, ese es mi objetivo y voy a trabajar muy duro en eso”.
Los gobiernos de México, Estados Unidos y Canadá deben trabajar en una iniciativa de transición energética conjunta con empresas privadas para tener un sector eléctrico más dinámico, pidió la secretaria del Medio Ambiente.
“Creo que el mundo nos va a sentar a la mesa, porque al final del día, el problema es el cambio climático. La única forma de detener las emisiones de carbono como las conocemos ahora es tener esta transición energética hacia las energías renovables, solar, eólica, geotérmica”, puntualizó.
Bárcena, una diplomática experimentada, asumió el cargo de canciller en junio de 2023, cuando su predecesor Marcelo Ebrard renunció para buscar la nominación presidencial de Morena. Anteriormente, Bárcena fue embajadora de México en Chile y secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) durante casi 14 años.
Bárcena admitió que está consciente de que México es una economía que depende de los combustibles fósiles, pero defendió que el país debería poder utilizar el gas natural para producir hidrógeno verde.
México quiere que el Gobierno controle 56 por ciento del sector energético, como ha dicho Sheinbaum en varias ocasiones, pero esa meta no excluye al sector privado. “Creo que un esfuerzo norteamericano hacia la transición energética sería muy atractivo”.