Los bonos de Petróleos Mexicanos (Pemex) subían el miércoles, liderando las alzas en América Latina, ante las expectativas de que la petrolera estatal reciba un impulso financiero del presupuesto de México para 2025.
Los bonos en dólares de Pemex trepaban en toda la curva: los títulos con vencimiento en 2027 subían casi 2.8 centavos a 106.5 centavos de dólar, mientras que los valores con vencimiento en 2050 sumaban más de 2 centavos, según datos de Trace.
Pemex está trabajando actualmente en un plan de gestión de pasivos que se dará a conocer después de que la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum publique el presupuesto de 2025, previsto para el 15 de noviembre, adelantó el director financiero, Juan Carlos Carpio, durante una llamada el martes tras la presentación de los resultados del tercer trimestre. La compañía espera que el gobierno extienda el próximo año un apoyo financiero similar al de este año, según Carpio.
“Los inversionistas parecían centrados en el continuo apoyo del gobierno a la deuda de Pemex y en los planes de gestión de pasivos que se espera que se anuncien después de que se presente el presupuesto mexicano”, señaló William Snead, estratega del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria.
Un plan de gestión de pasivos normalmente tiene como objetivo extender el perfil de vencimiento de los bonos de una empresa o reducir los costos financieros, agregó Snead.
Sheinbaum indicó en su conferencia de prensa del miércoles 30 de octubre que pronto presentará un plan para Pemex y firmará un proyecto de ley que la reclasificará como empresa pública.
El martes, Pemex reportó pérdidas netas de 161 mil 300 millones de pesos para el tercer trimestre, frente a los 79 mil 100 millones de pesos del mismo período del año anterior. Los resultados son los primeros bajo el liderazgo del director general, Víctor Rodríguez, un antiguo académico designado por Sheinbaum para rescatar al productor de petróleo más endeudado del mundo. Su deuda ascendía a 97 mil millones de dólares en el tercer trimestre, informó la compañía.
Para Andrew De Luca, analista de crédito de mercados emergentes de T. Rowe Price, la conferencia del martes sobre los resultados tuvo un tono constructivo.
“El nuevo director general reiteró muchos de los mensajes anteriores sobre el continuo apoyo estatal, pero se diferenció notablemente de la administración anterior en cuestiones como la rentabilidad, la austeridad, una mejor concentración del gasto de capital e incluso las asociaciones privadas”, sostuvo De Luca. “Todavía es pronto, pero los comentarios iniciales dan motivos para pensar que los próximos seis años podrían ser mejores que los últimos seis”.
El nuevo equipo directivo también se ha fijado el ambicioso objetivo de alcanzar un apalancamiento neto cero, según Lucror Analytics, que tiene una recomendación de compra para los bonos Pemex.
“Este objetivo será difícil de alcanzar en el corto y mediano plazo”, escribió la analista Lorena Reich en una nota el miércoles. “La compañía también tiene la intención de mejorar su perfil de vencimientos de deuda, y no tiene intención de recurrir al mercado de bonos en el corto plazo”.