La llamada ‘spooky season’, que vive su apogeo entre el Halloween y el Día de Muertos, provocará mayores ingresos para las tienditas de la esquina, de acuerdo con estimaciones de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
Así lo explicó Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Anpec, quien detalló que las festividades de Día de Muertos impulsan las ventas en las tiendas de abarrotes y para este año se prevé un aumento del 20 por ciento en sus ganancias debido a la subida de precios en productos como las flores de cempasúchil y calaveritas de azúcar.
“Habrá un incremento de ventas (…) Las personas están optando por otros productos que eran del gusto del deudo. Por eso, no es raro ver en las ofrendas un refresco o una bolsa de papas”, dijo Rivera.
De acuerdo con un informe de la Anpec, el precio de los productos tradicionales que se colocan en una Ofrenda de Día de Muertos ha aumentado un 26 por ciento. Ante esa alza de precios, los clientes deben ajustar su presupuesto debido a los efectos de la inflación en México.
¿De dónde saldrán las ganancias extras para las tienditas en México?
Rivera detalló que si un pequeño comercio busca tener una venta consolidada de entre 35 y 40 mil pesos al mes, el aumento de hasta 20 por ciento en sus ventas durante estas fechas representa una ganancia adicional de hasta 8 mil pesos por punto de venta.
“Esta cifra se multiplica a nivel nacional, ya que se estima que hay cerca de 700 mil tiendas de abarrotes en el país, que ven en este período una oportunidad de ventas extraordinarias”, puntualizó.
La tradición del Día de Muertos impulsa también una fuerte movilidad interna en el país, con familias que se trasladan para visitar a sus seres queridos fallecidos, lo cual aumenta el flujo de consumidores en pequeñas tiendas y genera un ambiente propicio para el consumo.
Rivera mencionó que, después de las visitas al panteón y la colocación de las ofrendas, las familias mexicanas suelen reunirse en una comida o cena familiar. Esto aumenta la demanda de productos cotidianos como refrescos, botanas, carne y hasta carbón para asar.
“Después de visitar el panteón y poner la ofrenda, regresas a casa y ya llegaron todos: la prima, el sobrino, etc. Entonces, se arma la comida”, agregó.
Este tipo de celebraciones familiares se ha convertido en una tradición más que aporta a las ventas de los pequeños comercios durante el Día de Muertos.