El anuncio del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la imposición de un arancel del 25 por ciento a todas las importaciones provenientes de México y Canadá, acompañado de un 10 por ciento a las importaciones de China, afectará a México con un menor crecimiento económico, mayor inflación y alta volatilidad cambiaria, según economistas.
Entre las opciones que México podría considerar para responder el amago está la imposición de aranceles a productos estadounidenses. Sin embargo, los expertos coinciden en que esta medida podría resultar contraproducente.
¿Cuál será el costo de la represalia comercial contra México?
México ya enfrentó una situación similar en 2018, cuando respondió con aranceles a las medidas proteccionistas de Trump.
Los sectores afectados incluyeron productos como el queso fresco, el whisky y partes de carne porcina, lo que buscaba presionar a sectores clave para la base electoral republicana. Sin embargo, esta estrategia tuvo efectos secundarios negativos para México, especialmente en términos de inflación y volatilidad cambiaria.
Gabriela Siller, directora de análisis económico en Banco Base, señaló que imponer aranceles en respuesta sería “una de las peores decisiones que México podría tomar”, ya que incrementaría la inflación y tendría poco o ningún efecto para revertir las medidas de Trump.
“Esto solo ocasionaría que los consumidores mexicanos paguen más por los bienes importados y podría agravar la ya frágil economía del país”, afirmó.
Por su parte, Janneth Quiroz, directora de análisis económico en Grupo Financiero Monex, advirtió que replicar la estrategia de represalias arancelarias podría generar un alza en los precios de bienes importados, trasladándose al consumidor mexicano.
“Veríamos una desaceleración de las importaciones y una depreciación significativa del tipo de cambio, como ocurrió al inicio del primer mandato de Trump”, explicó.
El panorama para 2025 ya está marcado por una desaceleración esperada en el crecimiento económico de México, con proyecciones que rondan apenas el 1 por ciento del PIB, según estimaciones de Monex.
La llegada de nuevos aranceles podría agravar esta situación, afectando especialmente a sectores orientados a la exportación, como el automotriz y el agroindustrial, que dependen en gran medida del acceso al mercado estadounidense.
Quiroz destacó que, si los aranceles se materializan, se generará un efecto dominó: una menor inversión extranjera directa, mayor volatilidad en el tipo de cambio (21 pesos por dólar estimado para 2025) y presiones inflacionarias adicionales (Monex prevé 4.05 por ciento al cierre de 2025).
“El inicio de cualquier administración mexicana suele venir acompañado de incertidumbre económica; con Trump de regreso, este efecto será doblemente intenso”, agregó.