La inversión fija bruta en México perdió terreno en su aportación al Producto Interno Bruto (PIB) durante el tercer trimestre del año, periodo en el que el sustento de la actividad económica se concentró en el consumo y las exportaciones, según cifras del reporte de Oferta y Demanda Global Trimestral del INEGI.
Entre julio-septiembre, el PIB sorprendió con un avance de 1.6 por ciento anual, pero la inversión productiva solo aportó 0.3 puntos porcentuales, desde 1.7 puntos porcentuales que llegó a aportar en el segundo trimestre del año, de acuerdo con cifras originales.
En tanto, el consumo privado aportó 2.1 puntos porcentuales; las exportaciones 3.0 puntos porcentuales, y el consumo del gobierno apenas, 0.2 puntos porcentuales. En el conjunto de estos rubros, se vio un crecimiento de 2.3 por ciento anual en la demanda, su mejor lectura desde el tercer trimestre de 2023.
Analistas de Monex destacaron que los datos aumentan las señales de un entorno optimista para la economía mexicana hacia el cierre 2024 y que en el acumulado a septiembre, la actividad acumula un crecimiento de 1.8 por ciento.
“Hacia delante, consideramos que el consumo se mantendrá en niveles elevados, acompañado del modesto dinamismo en las exportaciones de bienes y servicios. Sin embargo, será fundamental la evolución del discurso comercial entre Estados Unidos y México, ante la posible implementación de aranceles; así como los efectos del último movimiento del año de política monetaria de Banxico”, explicaron.
Al observar los rubros de la demanda agregada, la inversión fija bruta tuvo un crecimiento de 1.4 por ciento anual, cifra que representó su avance más bajo desde su periodo de recuperación que inició en el segundo trimestre del 2021, según cifras desestacionalizadas.
En el desglose, la inversión pública se contrajo 8.6 por ciento anual en el tercer trimestre del año, con lo que ligó dos periodos a la baja; mientras que la inversión privada se moderó con un incremento de 2.7 por ciento anual, desde el 5.6 por ciento anual previo.
Para México, ¿Cómo vamos?, será crucial para la nueva administración crear estrategias para evitar la desaceleración de la inversión pública y al mismo tiempo priorizar la rentabilidad social de proyectos de inversión, ya que solo así se puede garantizar crecimiento económico con bienestar social.
Detalló que la inversión en total representó el 24.3 por ciento del PIB al tercer trimestre.
Sexenio negativo
Con los datos ya se tiene la fotografía completa del sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, periodo en el que si bien se observó que la inversión tuvo un crecimiento de 16.9 por ciento, el impulso fue por la privada.
Del cuarto trimestre de 2018 al tercer trimestre del 2024 la inversión pública cayó 5.0 por ciento y la privada repuntó 20.1 por ciento.
“Mucho se dijo que la inversión pública sería la palanca del crecimiento durante el sexenio pasado. No lo fue. En el periodo 2018-2024, la inversión pública acumulada cayó 5 por ciento. A pesar de un muy elevado nivel de déficit fiscal en 2024, la inversión pública cae 0.4 por ciento al tercer trimestre de 2024”, anotó en su cuenta de X el socio consultor de Integralia, Carlos Ramírez.
Además, la inversión pública tiene un rezago de 45.4 por ciento respecto a su máximo histórico del primer trimestre del 2009.
“La inversión productiva es probable que muestre debilidad en los próximos meses debido al proceso de transición gubernamental y a las posibles medidas proteccionistas que implemente el nuevo gobierno de EU, lo cual podría reducir el atractivo de México como destino de inversión”, indicó Valmex.
Motor encendido
Los catalizadores de la actividad económica fueron el consumo, que avanzó 2.9 por ciento anual, y las exportaciones, que crecieron 7.7 por ciento anual.
Hacia delante, Valmex prevé un menor dinamismo en la demanda agregada derivado de los elevados niveles de inflación en el sector servicios y la expectativa de desaceleración económica que podrían limitar el crecimiento del consumo privado.
Para Banamex, el menor crecimiento de los ingresos de los hogares llevaría a un menor dinamismo del consumo, mientras que la elevada incertidumbre, altas tasas de interés y recortes de gasto público, implicarían una caída de la inversión. “Las exportaciones se mantendrán con crecimiento moderado por la desaceleración de la economía de Estados Unidos”.