Carlos Slim, el hombre más rico de América Latina, invirtió 1.000 millones de dólares este año en aumentar su cartera de producción y refinación de petróleo crudo, apostando a que la demanda de combustibles fósiles no desaparecerá pronto.
Slim, de 84 años, hizo su fortuna en gran parte construyendo el gigante de las telecomunicaciones América Móvil, pero en los últimos años se ha diversificado en otros activos, incluidas inversiones petroleras, bienes raíces en España y una nueva participación en BT Group del Reino Unido.
A través de su oficina de inversiones familiar, Control Empresarial de Capitales, Slim invirtió 602 millones de dólares en la refinería estadounidense PBF Energy, según documentos regulatorios, aumentando su participación al 25 por ciento. También compró 326 millones de dólares en acciones de la productora de petróleo con sede en Houston Talos Energy.
Slim posee ahora el 24.2 por ciento de Talos, lo que llevó al consejo de administración en octubre a introducir una medida cautelar para impedirle adquirir más de una cuarta parte de las acciones. Recientemente, también aumentó su participación en una empresa conjunta con Talos en México del 49.9 por ciento al 80 por ciento por un precio de compra total de 82.7 millones de dólares.
Después de que su patrimonio neto superara los 100 mil millones de dólares por primera vez, la fortuna de Slim se vio afectada este año, cayendo un 22 por ciento a 81.800 millones de dólares, según el Índice de multimillonarios de Bloomberg. Si bien parte de la caída se puede atribuir a la caída del peso mexicano después de años de relativa fortaleza, sus mayores activos también cayeron este año, encabezados por una caída del 40 por ciento en el holding Grupo Carso.
Arturo Elías Ayub, portavoz y yerno de Slim, no respondió a una solicitud de comentarios sobre las inversiones petroleras. Slim dijo en febrero que estaba haciendo un mayor esfuerzo en el sector petrolero con planes de aprender más sobre refinación y petroquímicos. También dijo que estaba buscando asociarse con empresas con experiencia en el Golfo de México y sus alrededores.
Las compras de acciones de PBF y Talos por parte de Slim se han producido a menudo cuando el precio de las acciones estaba cayendo. Talos ha bajado 35 por ciento en 2024, mientras que PBF ha caído 42 por ciento.
La decisión de Slim este mes de aumentar su participación en la empresa conjunta con Talos en México le da a su familia un mayor control sobre las ganancias esperadas del campo petrolero Zama, uno de los nuevos descubrimientos más prometedores de México en décadas.
En julio, prometió invertir 1.200 millones de dólares para desarrollar el yacimiento de gas offshore de Lakach a través de Grupo Carso, en conjunto con la petrolera estatal Petróleos Mexicanos. Carso trabajará con Talos y una unidad local de la española Fomento de Construcciones y Contratas SA para el proyecto.
Slim posee más del 80 por ciento de FCC, como se conoce a la firma española.