Canadá ha elaborado una lista preliminar de productos fabricados en Estados Unidos por un valor de 150 mil millones de dólares canadienses (105 mil millones de dólares) sobre los que aplicaría aranceles si el presidente electo Donald Trump decide imponer más impuestos a los productos canadienses, según una fuente oficial familiarizada con el asunto.
¿Qué productos podrían tener aranceles?
La lista es un borrador y solo entraría en vigor si la administración Trump actúa primero, dijo la fuente, que habló bajo la condición de no ser identificada al discutir los planes.
Es posible que más aranceles de Canadá sean añadidos más adelante, dependiendo de las acciones de Estados Unidos, añadió la fuente.
No se sabe qué productos forman parte de esta lista preliminar. Cuando Trump impuso aranceles al acero y al aluminio canadiense en 2018, Canadá respondió con gravámenes sobre una variedad de productos fabricados en Estados Unidos, como whiskey y lavadoras, una táctica de presión destinada a afectar las fábricas en áreas donde los políticos republicanos tenían influencia.
Esos aranceles fueron mucho menores en alcance, afectando unos 16 mil 600 millones de dólares canadienses en exportaciones de Estados Unidos en ese momento.
Justin Trudeau asiste a la reunión de primeros ministros
El primer ministro de Ontario, Doug Ford, lleva un sombrero con el lema “Canada Is Not For Sale” (Canadá no está a la venta) mientras entra a una reunión con el primer ministro y otros premiers en Ottawa.
Canadá importó productos estadounidenses por un valor de 487 mil millones de dólares canadienses en los 12 meses hasta noviembre, por lo que los aranceles de represalia cubrirían casi un tercio del valor de los productos que el país norteamericano compra a su vecino del sur.
El primer ministro Justin Trudeau y los premiers de las provincias de Canadá se reunieron en Ottawa el miércoles para trazar una estrategia frente al proteccionismo de Estados Unidos.
Los premiers de 12 de las 13 provincias y territorios de Canadá acordaron una declaración en la que afirmaron que trabajarán “juntos en una gama completa de medidas para asegurar una respuesta robusta ante posibles aranceles de Estados Unidos”.
Sin embargo, la premier de Alberta, Danielle Smith, mostró su desacuerdo, señalando que no podía aceptar dos ideas que se habían planteado: imponer impuestos a las exportaciones de energía o reducir esas exportaciones.
El premier de Ontario, Doug Ford, quien gestiona la provincia que es el corazón de la industria automotriz de Canadá, dijo que los líderes políticos del país deberán mantenerse unidos frente a las crecientes amenazas de Trump. La semana pasada, el presidente electo sugirió usar “fuerza económica” para eventualmente convertir a Canadá en un estado de Estados Unidos.
“Cuando Donald Trump nos ataque, no va a decir, ‘Bueno, no nos preocupemos por Ontario, son buena gente, o Alberta.’ Él va a venir con todo contra los canadienses como un todo”, dijo Ford. “Y eso es algo que debemos entender. Necesitamos estar unidos”.
En sus comentarios iniciales en la reunión, Trudeau destacó un mensaje positivo, diciendo que Canadá y Estados Unidos tienen oportunidades para construir “sociedades” en el sector energético. Canadá tiene los minerales críticos necesarios para impulsar la transformación de la economía de Estados Unidos, señaló el primer ministro.
“Si no los consiguen de Canadá, los conseguirán de China”, dijo Trudeau.
Ford, quien llegó a la reunión con un sombrero azul con el lema “Canada Is Not For Sale”, dijo ser un “firme creyente” en los aranceles de represalia.
“No puedes dejar que alguien te pegue en la cabeza con un martillo sin devolverle el golpe el doble de fuerte, en mi opinión”, dijo.