El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó que el Producto Interno Bruto (PIB) de México 1.4 por ciento en 2025 y advirtió del ‘riesgo’ que representa el regreso del presidente electo Donald Trump a la Casa Blanca de Estados Unidos para las economías emergentes.
El pronóstico de 1.4 por ciento representa una mejora de 0.1 puntos porcentuales respecto a las previsiones del FMI publicadas en octubre pasado, cuando recortó su previsión por la postura fiscal restrictiva del Gobierno de México.
Además, indicó que el FMI calcula que la economía de México avanzará 2 por ciento en 2026.
¿Qué políticas de Trump en EU podrían afectar a México?
El Fondo Monetario Internacional pronostica que EU, el socio comercial más importante de México, crecerá 2.7 y 2.1 por ciento en 2025 y 2026, respectivamente.
“Se espera que el crecimiento se modere aún más en 2025, en reflejo del retiro del estímulo fiscal y de una desaceleración de la economía de Estados Unidos”, agregó el FMI.
Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI, aclaró que las perspectivas sobre Estados Unidos tienen cierto grado de incertidumbre debido a que la toma de protesta de Donald Trump aún no ocurre.
El analista señaló que los planes de la administración de Donald Trump probablemente acelerarán la inflación en Estados Unidos, lo que podría tener consecuencias para las economías emergentes, como la de México.
Explicó que la Reserva Federal podría no rebajar los tipos de interés tan rápido como se anticipó e incluso pueden llegar restringir la política monetaria, mientras otras regiones no lo harán.
“Por lo tanto, una fortaleza del dólar puede incrementar las presiones inflacionarias en otras partes del mundo”, apuntó.
Economía de México
En noviembre, el organismo renovó el acceso de México a la Línea de Crédito Flexible (LCF) de unos 35 mil millones de dólares, al destacar la solidez de sus políticas macroeconómicas y de sus marcos institucionales de políticas públicas.
No obstante, indicó que en México “la actividad económica se está moderando, con una desaceleración del consumo privado y la inversión, y una disminución del crecimiento del empleo”.