Asia continúa siendo la región más dinámica de la economía mundial pero enfrenta serias dificultades producto de una recuperación mundial aún débil, un comercio más lento y el impacto a corto plazo de la transición del crecimiento en China, país que continuará elevando sus vínculos comerciales y financieros con el mundo, advierte el Fondo Monetario Internacional (FMI), en su reporte Perspectivas Regionales para Asia Pacífico.
La economía de China ha crecido en tamaño e integración con la región y el mundo, tanto en comercio como en finanzas.
La participación del gigante asiático en el Producto Interno Bruto (PIB), mundial aumentó de dos por ciento en 1995 a 15 por ciento en 2015 en términos de dólares estadounidenses, casi lo mismo que la Zona Euro que contribuyó con el 16 por ciento del PIB.
El FMI señala que el estimado de desaceleración de un punto porcentual en el crecimiento de China se traduce a entre 0.15 y 0.30 puntos porcentuales de descenso en el crecimiento para otros países asiáticos en el corto plazo.
En 2016 y 2017 el pronóstico de crecimiento para la región de Asia y el Pacífico es de 5.3 por ciento en cada año.
En China la tasa de crecimiento proyectada es de 6.5 por ciento este año y 6.2 por ciento en 2017; en Japón advierte un repunte del PIB de 0.5 por ciento en 2017 y una contracción de 0.1 por ciento en 2017 por los efectos del aumento en los impuestos al consumo.
India permanece como uno de los países con mayor crecimiento en la región, de 7.5 por ciento en este y el próximo año; Australia verá un repunte de 2.5 por ciento este año y Corea expandirá su economía en 2.7 y 2.9 por ciento en este y el próximo año.
Aunque los efectos colaterales de este menor crecimiento de la economía china variarán según el nivel de exposición de cada país; el organismo internacional advierte que el reequilibrio de la economía de China pesará más en Asia por una mayor exposición a la inversión nacional de China e identifica tres áreas de impacto: a través del comercio regional y mundial; de los precios de las materias primas y de sus vínculos financieros principalmente a países como Hong Kong, pero también en generar un sentimiento global de aversión al riesgo.
De acuerdo con el reporte del FMI, la región se encuentra en una posición favorable para hacer frente a los desafíos por delante, en la medida que intensifique sus esfuerzos de reformas estructurales para elevar la productividad y generar margen de maniobra en materia fiscal.
El eje de la política monetaria debería seguir siendo apuntalar la demanda y hacer frente a los riesgos a corto plazo, incluso los originados en grandes depreciaciones del tipo de cambio y shocks deflacionarios. Los episodios recientes de volatilidad financiera subrayan la necesidad de contar con políticas monetarias y cambiarias proactivas, señala.
CRECEN VÍNCULOS FINANCIEROS DE CHINA CON EL MUNDO: FMI
Los vínculos financieros de China con el resto del mundo ya son de tamaño considerable y se espera aumenten con la internacionalización del renminbi y la gradual liberalización de la cuenta de capital, advierte el Fondo Monetario Internacional en el mismo reporte.
El FMI describe como efectos colaterales financieros al impacto de cambios en precios de activos domésticos conforme se mueven precios de activos de otras economías y tras su análisis encontró que el efecto de contagio de China a los mercados regionales han aumentado y la exposición a la demanda final de China a través de la vía comercial sigue siendo un determinante importante en la explicación de estos efectos colaterales.
Sin embargo, la importancia de la vía financiera comenzó a aumentar con fuerza tras la crisis financiera global.
Mientras que la susceptibilidad de los mercados de valores asiáticos a efectos de desbordamiento de China ha aumentado, los efectos secundarios de precios de las acciones japonesas han disminuido y por otro lado, los efectos secundarios de los Estados Unidos siguen siendo altos y han aumentado como consecuencia de la crisis financiera global.
Estos desarrollos sugieren que los rendimientos de las acciones de la región son impulsados por factores globales y, cada vez más, por la evolución de China. Los mercados con mayor sincronización con el ciclo de negocios con China han visto sus mercados accionarios moverse a la par del chino.
A pesar de los controles de capital, China se está integrando rápidamente con el sistema financiero global.
Los activos extranjeros en China alcanzan 5 billones de dólares, los más grandes para cualquier otro mercado emergente, lo que sugiere que la posición de los inversionistas globales a una revisión de precios de los activos chinos es sustancial.
China también significa una gran proporción de los flujos de capital de los mercados emergentes, en 2015 fueron casi la totalidad de las salidas de capital de los mercados emergentes y como centro financiero global y centro de compensación y liquidación del Renminbi, Hong Kong intermedia fondos desde otros países hacia China.
En el sistema bancario, estimaciones de Fitch señalan que los bancos de la región de Asia y Pacífico acumularon cerca de mil 200 millones de dólares de exposiciones relacionadas con China a finales de 2014.
Los préstamos en el extranjero de los cinco mayores bancos de China se incrementaron por más de 400 mil millones de dólares desde 2010 para alcanzar 677 mil millones al cierre de 2014, y probablemente crezcan más con el apoyo del gobierno con sus políticas para que las empresas se globalicen, la aceleración de la internacionalización del Renminbi y las nuevas iniciativas de políticas como "Un cinturón, un camino".
En el panorama internacional, la percepción sobre incertidumbre política en China y el mundo han afectado a los mercados accionarios de economías avanzadas y emergentes, dando lugar a fuertes depreciaciones de muchas monedas.
Las acciones financieras sean visto impactadas reflejo de estimados de crecimiento más débil a nivel mundial, el impacto potencial de las tasas de interés negativas sobre las ganancias de los bancos y su exposición al sector de materias primas.