Aplazar tiempos, reducir multas y establecer salvaguardas en los porcentajes de energía eléctrica es lo que la Confederación de cámaras industriales (Cocamin) concluyó en sus mesas de trabajo sobre la Ley de Transición Energética (LTE).
Dadas las consultas y discusiones sobre el tema, Manuel Herrera Vega, presidente de la agrupación, concluyó que "es un hecho que los industriales mexicanos estamos comprometidos con la transición energética y la sustentabilidad ambiental; sin embargo, insistiremos en que este compromiso no se puede asumir por encima de la viabilidad de las empresas y los empleos que éstas generan".
Por ello, señaló que los industriales continuarán dialogando con el Senado así como con instituciones del gobierno, para "encontrar el equilibrio que nos permita avanzar en ambos sentidos".
De acuerdo con un documento del Senado, esta ley pretende reducir los contaminantes generados por la generación de energía eléctrica y subraya que las obligaciones de energías limpias, como la reducción de contaminantes "tienen amplias implicaciones en el sector eléctrico que, sin dejar de reconocer su importancia vital para el desarrollo de la sociedad, ha pesado fuertemente sobre el medio ambiente y la salud pública durante toda su existencia".
Vega expresó que hay una necesidad de dar una mayor importancia al papel del gas natural como combustible de bajas emisiones dado "su bajo costo y amplia disponibilidad" para fomentar una mayor competitividad del país.
"La LTE recoge los conceptos básicos del cuidado tanto del medio ambiente como del sistema climático global en materia de la industria eléctrica, dos mandatados por la reforma, llevándolos a un nivel de implementación serio y decidido, sin caer en extremos riesgosos para el desarrollo económico del país", explicó el Senado en la exposición de motivos de dicho proyecto.