Las razones por las que Pemex renegoció sus contratos de arrendamiento de plataformas petroleras con empresas como Oro Negro, Grupo R y Perforadora Latina no fueron las correctas, criticaron expertos consultados.
Marcelo Mireles, socio de la consultora Energea, consideró que nos es adecuado renegociar para evitar escándalos internacionales, como el que hubiera ocurrido si los proveedores de la petrolera no hubieran pagado sus cuentas.
"Yo no sé si lo mejor sea renegociar porque los otros tienen que pagar sus bonos y entonces te generaría un problema internacional, la realidad es que Pemex es una empresa productiva del Estado y aunque muchas veces no se maneje como empresa, sus decisiones no se pueden basar en los problemas que tengan las demás", indicó Mireles.
Pemex mismo señaló en una respuesta enviada a Bloomberg que los nuevos acuerdos a los que llegó con las compañías, les permitirán seguir recibiendo flujo de efectivo, mantener liquidez y contar con recursos financieros para cumplir sus obligaciones.
Los nuevos términos incluyen que en los próximos 12 meses, Pemex suspenderá 20 contratos de plataformas por un lapso promedio de un año y por otros 20 pagará una tarifa 29 por ciento más barata, mientras que 13 contratos de plataformas de perforación fueron rescindidos.
Un consultor de una de las empresas a las que Pemex le arrenda plataformas, que no quiso ser citado, coincidió en que la estrategia de renegociación no se basó en los criterios adecuados.
La fuente refirió que la dinámica fue como la del "juego de las sillas" pues de casi 60 plataformas ahora sólo quedan 20 y opinó que la negociación fue una rebatinga política más que técnica.
En este sentido, aseguró, las empresas que mantuvieron sus contratos fue porque tuvieron mayor fuerza política para mantenerlos.