Cuando un gobierno europeo eleva la edad de jubilación y hace recortes a los programas de bienestar, suele ser debido a un problema de finanzas. En el caso de Dinamarca, es por ideología.
Grecia, Italia y otros países altamente endeudados son regularmente instados por los funcionarios en Bruselas a encontrar formas de reducir el gasto público o hacer que sus mercados laborales sean más eficientes.
Pero acerca de Dinamarca, la comisión de la Unión Europea dijo en su más reciente informe: Los indicadores de competitividad "no apuntan a grandes desafíos"; el empleo se ha "mantenido fuerte"; y los "riesgos a la sustentabilidad fiscal de Dinamarca son bajos en el corto, mediano y largo plazo".
Entonces, ¿por qué la nación escandinava encuentra que es necesario hacer recortes a sus legendarios programas de bienestar?
Detrás de la nueva iniciativa del gobierno está el deseo de financiar una importante ronda de recortes de impuestos a la renta.
"Queremos promover una sociedad en la que sea más fácil sustentarse a uno mismo y a la familia antes de entregar gran parte de los ingresos para financiar los costos de la sociedad", escribió el gobierno del primer ministro Lars Lokke Rasmussen en su manifiesto.
Todo es parte de un giro danés hacia la derecha política anunciada al comienzo del milenio por otro líder del Partido Liberal llamado Rasmussen, Anders Fogh.
La intención de reducir los impuestos en una de las sociedades más gravadas del mundo recibió un nuevo impulso en noviembre, cuando dos grupos de libre mercado se unieron al gobierno minoritario de los liberales.
Dado que Dinamarca ya está cerca del pleno empleo (la tasa de desempleo llegó a 3.4 por ciento en diciembre) y atraer a más trabajadores migrantes es una zona política prohibida (el gobierno impuso controles fronterizos y reforzó las normas a raíz de la crisis de refugiados de 2015), la solución obvia es animar a más jóvenes y ancianos a trabajar.
El gobierno ahora quiere elevar aún más la edad de jubilación, de 65 años a 67 años y medio, y conseguir que los estudiantes se incorporen más rápidamente a la fuerza de trabajo aumentando el uso de préstamos a expensas de las subvenciones.
La oposición ya ha dicho que planea luchar contra cualquier recorte de impuestos en medio de las preocupaciones de los votantes sobre el futuro del querido modelo social del país.
"El gobierno se ha comprometido en una cruzada ideológica lejos del estado de bienestar nórdico," dijo Benny Engelbrecht, el portavoz financiero de los socialdemócratas, el mayor partido de oposición del país.
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