CIUDAD DE MÉXICO.- Importadores de bienes de consumo, de capital e intermedios para la exportación y oferentes de diversos comercios, resienten los efectos de la depreciación del peso frente al dólar, al pagar más por este tipo de bienes y tener que trasladar los costos al consumidor final.
Rodrigo es dueño de una cadena de tiendas que vende artículos deportivos. Varios accesorios que ofrece son importados y el reciente incremento del tipo de cambio le llevó a elevar sus precios finales en 10 por ciento respecto a diciembre.
Para Antonio, dueño de una empresa introductora de accesorios periféricos para tabletas y celulares, la depreciación del peso le ha significado aumentos significativos en sus costos.
Por cada orden realizada al cierre de 2014, deberá pagar entre 8 y 10 millones de pesos adicionales a inicios de este año.
De acuerdo con Fernando Ruiz, vicepresidente de relaciones institucionales y comercio exterior del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce), los efectos difieren según la importación que se realice de cada tipo de bien.
En la compra de bienes de capital (maquinaria y herramienta) se observan impactos inmediatos.
"Si cotizaste a un determinado precio, en el momento de la entrega debes pagar la diferencia del dólar al alza", explicó Roberto Abreu, presidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana.
En los bienes de capital hay una afectación directa. "Tienes un aumento en el costo de la adquisición, lo que afecta la rentabilidad de las empresas", agregó.
Del total de las importaciones mexicanas, este tipo de bienes representa en promedio 10 por ciento.
Mientras que 15 por ciento del total de las importaciones están compuestas por bienes de consumo como zapatos, ropa, bicicletas, celulares y perfumes, por los cuales los compradores comienzan a pagar más.
La situación aún no se ha reflejado en el conjunto de los precios al consumidor final, al menos al mes de diciembre de 2014.
No obstante, Manuel Díaz, expresidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Comercio Exterior (IMECE), previó que se verá el efecto en la inflación a partir de marzo, debido a que en lo inmediato se contendrán los precios con el fin de agotar los inventarios.
Abreu señaló que cuando suben los precios de los bienes de consumo, los comercializadores no pueden hacer un ajuste rápido de los precios en las tiendas, lo cual afecta el margen de operación de los importadores.
En el caso de la compra de bienes intermedios para la manufactura y su posterior exportación, que representan 75 por ciento de las importaciones mexicanas, se observa una compensación pues a pesar de que suba el pago en pesos, en el momento de su exportación se perciben mayores ingresos en moneda mexicana, explicó Ruiz.
En la compra de bienes intermedios, el aumento de precios ya se resiente, pues en industrias como la automotriz la cadena logística trabaja con base en el modelo 'Justo a Tiempo', el cual reduce los inventarios.
SITUACIÓN COYUNTURAL
Si bien los bienes de capital están costando cada vez más, hay que ver este episodio como temporal.
Si se cubren las expectativas de incremento en la Inversión Extranjera Directa (IED), el aumento en remesas y si se mantiene el incremento en turismo, tendremos un peso que se fortalecerá y cerraremos el año en promedio en 13 pesos por dólar, consideró el representante del Comce.
En tanto, Abreu, de la ANIERM estimó un promedio anual del precio del dólar de 14.50 pesos en 2015.
"Si volviera en febrero, el tipo de cambio a niveles normales, el impacto no sería tan fuerte. Nos preocupa que continúe el aumento más allá de febrero", dijo.
Apuntó que si permanece alto por más tiempo, sí se tendría afectación en la inflación, en productos que no son de la canasta básica.
Díaz señaló que uno de los beneficios del alza del dólar es que los precios de la mano de obra se abaratan, el costo de producción del país baja y por ende aumenta la competitividad por precio de las exportaciones.
Fernando Ruiz explicó que el aumento en los precios de bienes de consumo, como textiles y zapatos, contribuirá a disminuir la importación de productos de este sector, los cuales en fechas recientes fueron blindados con medidas para evitar su entrada a precios subvaluados.
Ruiz y Díaz destacaron que la venta de productos nacionales tendrían más oportunidad frente a los importados.
EFECTO INFLACIONARIO
En los últimos dos meses del año pasado la volatilidad cambiaria se agudizó ante los datos favorables del Producto Interno Bruto estadounidense del tercer trimestre de 2014 y del empleo en ese país.
Rodolfo Campuzano, director de estrategia y gestión de carteras de Invex, alertó que la permanencia de un tipo de cambio más alto contaminaría las expectativas de inflación, orillando al Banxico a modificar la tasa de referencia.
Gabriela Siller, economista de Banco Base, dijo que el principal determinante de pérdidas para el peso será la tendencia a la baja en las cotizaciones del petróleo, debido a que la especulación sobre la política monetaria de EU pasó a segundo plano.
Para Joel Virgen, subdirector de análisis macroeconómico y de mercados de Banamex, los principales determinantes de un dólar fuerte siguen vigentes y posiblemente será así en buena parte del año.
A ello se añade la incertidumbre sobre el desplome del precio del crudo, cuya correlación ha sido tomada como referencia por los mercados en la dinámica cambiaria.
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