En la pared de la oficina de Fermaca Enterprises en Ciudad de México, un reloj digital cuenta los segundos que faltan para que se complete su proyecto de gasoducto, un símbolo de su apuesta de tres mil 100 millones de dólares al creciente mercado mexicano de importación de gas.
El gasoducto El Encino-La Laguna en el norte de México es, con 630 millones de dólares, el 20 por ciento de la inversión que planea Fermaca en una red de mil 947 kilómetros para llevar gas natural desde los yacimientos no convencionales del sudoeste de Texas hasta las plantas de energía mexicanas.
Fermaca se impuso a competidoras más grandes como Sempra Energy y TransCanada para la construcción de los proyectos.
Dentro de unos años, la red de Fermaca estará en condiciones de importar mil 200 millones de pies cúbicos por día de los Estados Unidos, alrededor de 15 por ciento de las importaciones de gas que se estima hará el país, según Raúl Monteforte, el director general de desarrollo.
La compañía compite por reemplazar el combustóleo, la gasolina, por gas natural, que es más barato y limpio.
"Será un centro de energía interconectado para el norte de México, un verdadero corredor de energía", dijo Monteforte en una entrevista en Ciudad de México.
Fermaca, que es propiedad mayoritaria de la firma suiza de capital privado Partners Group Holding, contribuye a liderar la expansión de la red de gasoductos de México en momentos en que la declinación de la producción local coincide con una caída de los precios en los Estados Unidos.
Los futuros de gas en la Bolsa Mercantil de Nueva York, Nymex, se negociaron el 3 de marzo a mil 639 dólares por millón de unidades térmicas británicas, el cierre más bajo desde 1999.
México importó mil 800 millones de pies cúbicos de gas natural por día en los primeros cuatro meses del año, cerca de cuatro veces el volumen de hace 10 años.
La estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) otorgó a Fermaca dos grandes proyectos de gasoductos en marzo, con lo cual la empresa superó en dos licitaciones a TransCanada, con sede en Calgary, y a la española Enagás en una.
Infraestructura Energética Nova SAB (conocida como Ienova), subsidiaria mexicana de Sempra Energy de San Diego, fue descalificada en ambas licitaciones.
Ienova tampoco pudo ofertar en abril en un proyecto de gasoducto en el centro de México que se adjudicó a TransCanada.
Los gasoductos se conectarán con la línea Roadrunner Gas Transmission de Fermaca, una empresa conjunta con ONEOK Partners LP de Tulsa, Oklahoma, que trasladará el gas desde la Cuenca Pérmica en el oeste de Texas hasta el gasoducto Tarahumara de Fermaca en el estado de Chihuahua, y la línea El Encino-La Laguna, en el corredor de la zona centro-norte de México.
Según Fermaca, ya se ha concretado la mitad de la inversión de tres mil 100 millones dólares en la red de gasoductos.
Se estima que la totalidad del sistema estará en operaciones para fines de 2017.