Goldman Sachs Group informó que el peso mexicano podría recuperarse de la mayoría de las caídas que ha sufrido este año contra el dólar si Hillary Clinton gana las elecciones de Estados Unidos.
Pero si Donald Trump se convierte en el próximo presidente, sus pérdidas aumentarían a más del doble.
El peso mexicano es la segunda moneda de peor desempeño entre los mercados emergentes este año después de la moneda de Argentina.
Ha caído un 11 por ciento conforme el ánimo global hacia las naciones en desarrollo se ha deteriorado.
El peso tocó un mínimo récord esta semana y luego se recuperó cuando la candidata demócrata Hillary Clinton fue percibida como ganadora del primer debate televisado entre los dos aspirantes a la presidencia de Estados Unidos.
Estados Unidos es, por mucho, el mayor mercado de exportación de México: el año pasado sus compras a México fueron más de 10 veces superiores que las que hizo a Canadá, su segundo socio comercial más grande.
Si gana, Trump ha prometido reformar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que regula el comercio entre los dos países y ha contribuido a transformar la economía mexicana en las dos últimas décadas.
"Una parte significativa del mal desempeño del peso mexicano no puede atribuirse a factores globales macro y probablemente refleja una 'prima de las elecciones en Estados Unidos'", dijo el banco con sede en Nueva York en una nota a los clientes escrita por los analistas Marcos Ozerov y Kamakshya Trivedi.
Si Clinton gana, el peso podría subir entre 9 y 10 por ciento conforme se elimine dicha prima.
En caso de que Trump gane, el peso podría perder hasta 20 por ciento más y cotizar en cerca de 24 pesos por dólar, de acuerdo con la nota.
"La caída podría ser menor si Trump cambia su retórica con respecto a renegociar los acuerdos comerciales" o si una rápida depreciación orilla al Banco Central a intervenir mediante alzas en las tasas más agresivas.
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