CIUDAD DE MÉXICO.- En los últimos siete años el gasto en estímulos por puntualidad y asistencia para el personal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) aumentó al pasar de 9 mil 417 millones de pesos en 2008 a 14 mil 275 millones de pesos el año pasado, es decir, un alza de 52 por ciento nominal y 26 por ciento en términos reales, revela el Informe de Servicios Personales 2014, publicado por la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer).
El gasto en este estímulo como proporción del total de lo gastado en prestaciones se incrementó en ese lapso, pues en 2008 representó 12 por ciento de los 76 mil 844 millones de pesos gastados en prestaciones ordinarias, mientras que en 2014 representó 18 por ciento de los 80 mil 616 millones de pesos erogados.
El año pasado, el gasto de 14 mil 275 millones de pesos en estímulos de puntualidad y asistencia fue equivalente a tres veces el presupuesto de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) del año pasado y al presupuesto total de seis delegaciones en 2015: Cuauhtémoc, Iztapalapa, Gustavo A. Madero, Álvaro Obregón, Benito Juárez y Cuajimalpa.
De las seis prestaciones que desglosa el IMSS en el informe, los estímulos de asistencia y puntualidad son los más costosos, seguidos por el aguinaldo con una erogación de 12 mil 291 millones de pesos y en tercer lugar la ayuda para actividades culturales y recreativas por 5 mil 102 millones de pesos en 2014.
Las prestaciones ordinarias se desprenden en su mayoría del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) celebrado por el instituto con el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), encabezado por Manuel Vallejo.
Especialistas coincidieron en que el instituto debe entrar en un proceso de "racionamiento" de su gasto y revisar el rubro de prestaciones para que los estímulos sean entregados conforme a productividad, lo que daría margen para revisar los sueldos de médicos y enfermeras que son bajos.
RACIONAR EL GASTO
Berenice Ramírez, secretaria académica del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, consideró que el Seguro Social debe entrar en un proceso de racionamiento de sus gastos, en el contexto en que las proyecciones para el Seguro Social son negativas por el envejecimiento de la población y su situación financiera.
"Los gastos deben ir más orientados a una eficiencia operativa y debe haber una amplia comunicación entre autoridades y trabajadores para hacer un balance entre las necesidades de la institución en atención de salud y el cuidado de los bienes públicos que tenemos para hacer un racionamiento de los gastos", expuso.
Francisco Aguirre, director general de Valuaciones Actuariales del Norte (VAL), dijo que las prestaciones deben analizarse y revisar si se deben modificar o no, también el Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP) que en 2014 costó 71 mil 528 millones de pesos, de acuerdo con el informe del instituto.
"Muchas de las prestaciones se pueden modificar, ahí el problema es político con el sindicato, aunque se debe tener cuidado en la parte de prestaciones para el personal médico y de enfermeras a quienes se les paga muy poco", comentó.
PANORAMA EN 2014
En 2014 el IMSS ejerció un presupuesto total de 480 mil 377 millones de pesos, de los cuales 152 mil 203 millones de pesos fueron gastados en sueldos y prestaciones, lo cual representa un tercio de los recursos con los que contó el instituto el año pasado.
El informe del IMSS señala que el gasto en servicios personales aumentó 2.6 por ciento en 2014 respecto de 2013, cuando se erogaron 148 mil 358 millones de pesos.
De lo consignado a servicios personales para 2014, es decir, de los 152 mil millones de pesos, alrededor de 80 mil millones de pesos o 53 por ciento, se destinó al pago de prestaciones ordinarias como estímulos de asistencia y puntualidad, aguinaldo, ayudas para actividades culturales, fondo de ahorro, entre otras.
A diciembre de 2014 el IMSS contó con un total de 445 mil 123 trabajadores, un incremento de 0.9 por ciento respecto de 2013, equivalente a 3 mil 843 trabajadores.
Del total de plazas reportadas el año pasado, 407 mil 732 son presupuestarias, que son las que se rigen por el CCT o el Estatuto de Trabajadores de Confianza "A".
El informe muestra que del total del gasto en servicios personales durante 2014, 18.3 por ciento del presupuesto fue para el pago de sueldos (27 mil 858 millones de pesos), eso quiere decir que el año pasado se gastó casi tres veces más en prestaciones que en sueldos.
En ese sentido, Ana Lilia Moreno, especialista del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC), consideró que uno de los "vicios" del sector público es el tema de los sueldos versus prestaciones, lo cual explica el avance del rubro de prestaciones, dado que se consideran una compensación a los bajos salarios.
Sin embargo, anotó que con todo y que las prestaciones pueden nivelar los bajos salarios, es necesario revisar ese apartado para que los estímulos se otorguen conforme a métricas de productividad y méritos laborales, a fin de conseguir un mejor desempeño operativo en el instituto y tener al mejor personal bien remunerado y capacitado.
"A veces el sueldo base es, por ejemplo, de 8 mil pesos y puede llegar hasta 15 mil pesos porque el resto son prestaciones, lo malo de esto es que la compensación no se contabiliza para la jubilación y esos son grandes dilemas (…) el sector público requiere planes de desarrollo profesional a largo plazo que incluyan una evaluación a las compensaciones", mencionó.
