El Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó sus pronósticos de crecimiento para la economía mexicana en este año y 2019, ante el impulso proveniente de una mayor demanda en Estados Unidos por los recientes cambios fiscales que efectuó ese país.
El organismo ajustó de 1.9 a 2.3 por ciento la expectativa del Producto Interno Bruto (PIB) de México para 2018, y de 2.3 a 3.0 por ciento para 2019.
"Se prevé que la reforma tributaria y el correspondiente estímulo fiscal en Estados Unidos impriman un impulso pasajero en el crecimiento de ese país y sus socios comerciales -sobre todo Canadá y México- se beneficiarán de los efectos favorables en la demanda durante este período", mencionó el FMI en la actualización de su informe 'Perspectivas de la Economía Mundial'.
El organismo también revisó al alza sus previsiones para la economía estadounidense, de 2.3 a 2.7 por ciento en 2018 y de 1.9 a 2.5 por ciento en 2019.
Esto, ante el vigor de la economía en 2017, que superó las expectativas, las proyecciones de demanda externa y el impacto previsto de la reforma fiscal, sobre todo el recorte de las tasas impositivas para las empresas y la autorización provisional de contabilizar la inversión integralmente como gasto.
Sin embargo, el FMI prevé que los cambios en la política fiscal aumentarán el crecimiento hasta el 2020 y advirtió que la naturaleza temporal de algunas disposiciones reducirá el crecimiento durante algunos años a partir de 2022.
ACELERACIÓN GLOBAL, HASTA 2019
La economía mundial se aceleró en 2017 y continuará así en 2018 y 2019 por un repunte cíclico que no podrá ser sostenido ante la persistencia de riesgos para el mediano y largo plazo, advirtió Christine Lagarde, directora gerente del FMI, quien recomendó a los líderes globales, aprovechar esta circunstancia para trabajar en áreas para compartir el crecimiento, oportunidades y responsabilidades.
En conferencia de prensa transmitida vía web desde Davos, Suiza, en el marco de la 48 Reunión Anual del Foro Económico Mundial (WEF), la funcionaria consideró que ante el mayor crecimiento económico, sin duda "debemos sentirnos alentados, pero no satisfechos".
Se prevé que el PIB mundial creció 3.7 por ciento en 2017, tras un avance de 3.2 por ciento en 2016. Para este año y 2019 se espera una expansión de 3.9 por ciento, mayor al 3.7 previsto anteriormente.
El organismo indicó que en el corto plazo es probable que la actividad económica global conserve su ímpetu, a menos de que se produzca una corrección en los mercados financieros.
A mediano plazo, la posibilidad de que aumenten las vulnerabilidades si las condiciones financieras siguen siendo favorables y de que se adopten políticas aislacionistas, conjugada con factores no económicos, plantea importantes riesgos a la baja para el crecimiento global.
Entre los factores de riesgo no económico el FMI mencionó la incertidumbre política en torno a la implementación de reformas o a la posibilidad de que los programas de política se reorienten, en el contexto de las elecciones que celebrarán varios países, como México, Brasil, Colombia e Italia.
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