CIUDAD DE MÉXICO.- La trayectoria del balance público que propuso recientemente el Ejecutivo al Congreso tiene como objetivo brindar un impulso a la actividad productiva de manera contracíclica en los próximos años, aunque esto implicará incurrir en un mayor déficit.
Así lo demuestran los Criterios Generales de Política Económica 2015, en el que se propone un déficit presupuestario de 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2015, contra el 1.5 por ciento que se aprobó para este año.
No obstante, si se incluye la inversión de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así como proyectos de alto impacto social y económico, como el nuevo aeropuerto, el déficit asciende a 3.5 por ciento, medio punto porcentual mayor a lo previsto en los precriterios publicados en marzo pasado.
Lo mismo sucede para 2016 y 2017, con ascensos de medio punto, a 3 y 2.5 por ciento del PIB, respectivamente. En el documento también se estima un déficit de 3.6 por ciento para este año, que implicará su mayor proporción desde 1989, cuando se reportó un 4.5 por ciento.
MAYOR DEUDA
En este contexto, la deuda pública aumentó de 35 por ciento del PIB en 2012 a un estimado de 40.5 por ciento en 2014, más los incrementos que conlleve absorber parte de los pasivos laborales de Pemex y CFE.
Luis Adrián Muñiz, subdirector de análisis económico de Vector, expuso que el sector público no ha mostrado equilibrio en sus finanzas públicas desde 2007, pues en 2008 el Ejecutivo pidió autorización al Congreso para incurrir en un déficit extraordinario, dada la crisis económica que imperaba en esos momentos.
Sin embargo, dijo que lo preocupante es que desde esa fecha no se ha logrado el equilibrio, ya que parecería que se está volviendo habitual el déficit.
"Los mayores déficit que se están planteando para los siguientes años ponen en juego la credibilidad del gobierno respecto de la Responsabilidad Hacendaria", sostuvo Muñiz.
DETERIORO POR DEBILIDAD
Por su parte, Mario Correa, economista en jefe para México de Scotiabank, indicó que hay un deterioro en la situación fiscal del país debido a que la economía ha mostrado más lentitud de lo esperado. Señaló que incurrir en más déficit no es lo más sano para las perspectivas de largo plazo de la economía.
Dijo que si bien se están buscando fuentes adicionales de ingresos públicos, se están creando también inercias de gasto que serían muy difíciles de romper.
Un ejemplo son los programas sociales como la pensión universal para los adultos mayores y los recursos públicos que se destinarán a la modificación del programa Oportunidades al nuevo Progresa.
Estos programas, dijo, son deseables desde el punto de vista social, pero deben ser sostenibles.
"El problema es que si por algún motivo los ingresos públicos no logran crecer a la par de estos gastos, estaría generándose presiones para las finanzas públicas en el futuro", advirtió Correa, quien señaló que una vez que estos gastos están autorizados e implementados, normalmente es muy costoso hacerles ajustes.
La SHCP expuso que el déficit presupuestado para el próximo año es resultado de que los ingresos tributarios estarán por debajo de la recaudación potencial, así como un descenso en la plataforma de producción petrolera.