Donald Trump logró una victoria política al persuadir a Carrier, fabricante de equipos de aire acondicionado y calefacción, a mantener cerca de mil empleos en Indiana.
"Llamé a Greg y le dije que es realmente importante, tienes que hacer algo porque tienes mucha gente saliendo", dijo Trump sobre su llamada a Greg Hayes, presidente y CEO de la compañía, durante una conferencia de prensa el jueves en la fábrica de Carrier .
"Tienes que entender, no podemos permitir que esto suceda más con nuestro país", añadió acompañado de su vicepresidente electo Mike Pence, el actual gobernador de Indiana.
La firma recibirá una exención fiscal por alrededor de 7 millones de dólares por 10 años y otros incentivos del estado.
"Seis de cada 8 empresas de aire acondicionado están en México y 80 por ciento del suministro está localizado en México y eso ya no lo tendremos nunca más", aseveró el mandatario electo.
Sin embargo, de acuerdo con información de Bloomberg y The Wall Street Journal, la compañía de todas formas abrirá mil 300 plazas en México: 600 de la planta en Indianápolis y otras 700 de una segunda fábrica que cerrará en Huntington, también en Indiana.
Carrier aceptó mantener mil 100 puestos en Indianápolis, 800 de su planta de hornos y 300 puestos adicionales de investigación, estos últimos que no estaban programados para ir a México, señaló WSJ citando a una persona informada sobre el acuerdo.
Michael Hicks, profesor de economía en Ball State University en Muncie, Indiana, y director del Centro para la Investigación Empresarial y Económica, consideró que Carrier seguirá fabricando un viejo producto muy caro en Indianápolis.
Los trabajadores en Indiana cuestan alrededor de 30 dólares la hora en salario y beneficios comparados con unos 3 dólares en México, señaló Hicks.
El acuerdo tampoco altera la tendencia a la caída del empleo manufacturero que ha devastado a las comunidades estadounidenses, a pesar de que la productividad y la producción aumentan con la mejora de la tecnología y la automatización, dijo.
En el evento, Trump advirtió que las empresas que abandonen Estados Unidos en búsqueda de menores costos en otros países enfrentarán "consecuencias".
"Las compañías no van a abandonar Estados Unidos sin consecuencias. No va a pasar", dijo.
Sin embargo, a menos de un kilómetro de la planta de Carrier, una fábrica de rodamientos dirigida por Rexnord Corp., con sede en Milwaukee, está por ser clausurada, con lo que se eliminarán 350 puestos de trabajo que se moverán a México.
La mudanza ahorrará a la compañía unos 15.5 millones de dólares al año, dijo el sindicato United Steelworkers.
"No creo que Trump o Pence se tomen el tiempo, ni tendrán tiempo, para tratar cada cierre de cada planta", dijo Chuck Jones, presidente de United Steelworkers Local 1999 y quien representa a los trabajadores de Rexnord.
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