Los impuestos son más que recaudaciones, financian políticas clave para el crecimiento e igualdad, y en América Latina la capacidad fiscal es tan débil que no contribuye lo suficiente a un desarrollo inclusivo por lo que se necesitan más y mejores impuestos, señala el Foro Económico Mundial (WEF).
La recaudación de impuestos en América Latina y el Caribe alcanzó en 2015 el equivalente al 22.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), recursos de los que disponen los gobiernos pero que permanecen debajo de los niveles observados en las economías de altos ingresos.
"Los gobiernos latinoamericanos pueden gastar en servicios públicos como educación, salud, pensiones, seguridad de los ciudadanos, infraestructura y otras políticas de desarrollo clave 11.4 puntos porcentuales del PIB menos que la mayoría de las economías desarrolladas", señala el reporte.
Existe heterogeneidad por el tipo de impuestos en la región pero el común denominador es que el "músculo fiscal sigue débil en la mayoría de los países y no contribuye lo suficiente a un crecimiento inclusivo", indica.
Conforme al WEF, sin reformas los gobiernos latinoamericanos no pueden esperar mayores recursos en los años venideros; por lo que las medidas tomadas en Chile, Colombia y México, con sus reformas estructurales, buscan el progreso.
No obstante, en la mayoría de los países estas reformas deberían apuntar a reestructurar la composición impositiva, para que el sistema sea más eficiente y equitativo, además de concentrarse en aumentar la recaudación de impuestos para un desarrollo financiero.
A su vez, deben ir de la mano de políticas que mejoren la administración de los impuestos y en América Latina los gobiernos necesitan, además de elevar la calidad de los servicios públicos, luchar decididamente contra la corrupción y el derroche.