El Banco Mundial (BM) recortó sus pronósticos de crecimiento económico para México en este 2016 a 2.8 por ciento, comparado con el 3.2 por ciento previsto un semestre atrás y para el 2017 proyectó una tasa de crecimiento de 3 por ciento, desde un 3.5 por ciento previsto anteriormente.
Estos ajustes los realizó en el marco de menores previsiones también para la economía mundial, principalmente de Estados Unidos.
Con los recortes el BM se alinea a los menores pronósticos de crecimiento para México que han realizado otros organismos. En su última actualización sobre las perspectivas económicas globales publicadas en noviembre, el Fondo Monetario Internacional (FMI), bajó su pronóstico para México en 2016 a 2.5 desde 2.8 por ciento; también la CEPAL prevé un avance de 2.5 por ciento en este año y la OCDE de 3 por ciento.
Pese al ajuste, destaca el desempeño que reportará la economía mexicana en este año, en comparación con otras naciones de la región. Se prevé que América Latina avance apenas 0.1 por ciento este año, mientras que economías como Brasil y Venezuela presentan una fuerte contracción en su actividad productiva.
En su informe sobre Perspectivas para la Economía Global, el Banco Mundial expone que pese a las medidas de austeridad fiscal que han afectado el crecimiento, México se beneficiará de la depreciación del peso y del fortalecimiento de la economía estadounidense, lo que impulsará a la industria manufacturera orientada a la exportación.
Además consideró que la apertura del sector energético continuará fortaleciendo la inversión extranjera, que aunado a otras reformas estructurales, contribuirán a darle dinamismo a la economía.
Junto con Centroamérica, la economía mexicana se beneficiará del fortalecimiento del mercado laboral en Estados Unidos a través de un crecimiento en las remesas. El Banco Mundial estima que el PIB de Estados Unidos crecerá este año 2.7 por ciento, superior al 2.5 por ciento del 2015, pero inferior a lo previsto seis meses atrás de 2.8 por ciento.
El crecimiento que logren México y Centroamérica ayudará a compensar la debilidad de América del Sur, -con una contracción en la economía de Brasil de 2.5 por ciento- por lo que se prevé que en la región de América Latina se registre un crecimiento nulo este año, que se recuperará hasta llegar a un promedio de 2.2 por ciento entre el 2017 y 2018.
PEGA CAÍDA DEL CRUDO A MÉXICO
De acuerdo con el organismo, la economía mexicana ha estado agobiada por bajos precios del petróleo y la reducción de la producción del hidrocarburo.
Los precios del petróleo más bajos tienen graves efectos en los ingresos gubernamentales y han obligado a un ajuste fiscal. Los menores ingresos petroleros lograron compensarse con un incremento en los ingresos no petroleros ante los efectos de la reforma fiscal de 2014 y el aumento en los impuestos a los energéticos en el mercado interno. Además, el gobierno asignó un recorte al gasto equivalente al 0.7 por ciento del PIB.
Los pronósticos del BM apuntan a que los precios del crudo descenderán 8.5 por ciento en este año, luego de un desplome de 46.5 por ciento en 2015 y un retroceso de 7.5 por ciento en 2013. Prevé un precio promedio de 46 dólares por barril. Las presiones a la baja en el precio del hidrocarburo podrían ser ocasionadas por una mayor debilidad en las economías emergentes o si Irán recibe cuantiosas inversiones del exterior para ampliar su capacidad de producción rápidamente. Este país cuenta con las reservas probadas de gas natural más grandes del mundo y las cuartas en cuanto a petróleo.
El organismo indicó que este entorno implica que seguirán los vientos en contra en las perspectivas de crecimiento, así como para la posición fiscal y el comercio, para los países exportadores de productos básicos, lo que revela la necesidad de acelerar la diversificación de sus economías.