Para los millennials es normal decir palabrotas en el trabajo y una nueva investigación revela que las mujeres jóvenes, demográficamente, serían las más tendientes a lanzar insultos en la oficina.
Cerca de tres cuartos de las gerentas y ejecutivas millennial mujeres admitieron blasfemar en el trabajo, según un reciente estudio a mil 500 estadounidenses efectuado por la plataforma de gestión de proyectos Wrike.
Solo un 58 por ciento de los pertenecientes a la Generación X y los Baby Boomers en los mismos roles dijeron que emiten improperios durante el horario laboral.
Cerca de dos tercios de los empleados millennial en todos los rangos dicen groserías en el trabajo, según la investigación, y las mujeres millennial están menos preocupadas que los hombres millennial por la vulgaridad en el entorno laboral.
La cantidad de insultos puede afectar la tranquilidad de un empleado en su jornada laboral, a veces, incluso, ante la falta de groserías.
El estudio mostró que un 47 por ciento de los hombres millennial efectivamente prefieren trabajar en un ambiente donde sus colegas digan groserías, frente a un 40 por ciento de las mujeres.
Cerca de un tercio de los millennials dijeron que expresarse con palabrotas incluso puede ayudar a fortalecer a un equipo y un 36 por ciento dijo que tales expresiones realmente reflejan pasión por su trabajo.
Sin lugar a dudas, suena más emocionante cuando alguien le dice a un colega que su conferencia telefónica semanal estuvo #$%&!mente buena.
Por supuesto, los millennials no fueron precisamente los primeros en llevar las palabrotas a los entornos corporativos.
Aunque las generaciones anteriores lo venían haciendo antes que los jóvenes entre 18 y 29 años entraran a trabajar, la investigación de Wrike descubrió que los pertenecientes a la Generación X y los Baby Boomers son más tendientes a sentir el tabú contra las malas palabras.
Un 55 por ciento de los encuestados recién nombrados consideraron que las groserías de los millennials en el trabajo suenan a algo "demasiado casual y se siente poco profesional", mientras un 45 por ciento de los millennials dijeron que esto no supone ninguna diferencia.
Los servicios médicos representan el sector que dice más groserías entre los incluidos en la encuesta de Wrike, con un 64 por ciento de los empleados maldiciendo en el trabajo, y un 45 por ciento de ellos dice emitir improperios frecuentemente.
El sector financiero ocupó el segundo lugar, con un 62 por ciento, seguido por los servicios profesionales y de tecnología.
Quienes abren las mentes de las futuras generaciones tampoco son perfectos: Un 24 por ciento de los educadores dicen que expresan palabrotas con frecuencia en el trabajo, así que asegúrese de prestar atención a lo que su profesora murmura entre dientes.
Economía