Economía

Pemex, la empresa con más muertes por COVID-19 en el mundo, deja de realizar pruebas a trabajadores

El testimonio de cuatro empleados que laboraron en Abkatun-Alfa y Pol-Alfa señala que esto se ha observado desde principios de octubre pasado.

Petróleos Mexicanos, que registra una de las cifras de muertes de empleados por COVID-19 más altas del mundo, ya no distribuye pruebas rápidas del virus SARS-CoV-2 a los trabajadores antes de que aborden las plataformas, a medida que el endeudado productor aumenta la producción.

Cuatro trabajadores que abordaron las plataformas Abkatun-Alfa y Pol-Alfa en el Golfo de México desde principios de octubre dijeron que la empresa estatal mexicana no les proporcionó a ellos ni a sus colegas pruebas de diagnóstico rápido del mortal coronavirus.

Los trabajadores añadieron que la cantidad de personal en las plataformas está cerca de la capacidad normal.

"Exigí una prueba de COVID-19 antes de abordar la plataforma y me dijeron que no había ninguna disponible", aseguró Jorge Luis Ríos Robles, supervisor de producción de electrónica en Abkatun-Alfa.

"Éramos un grupo de 20 trabajadores, y lo único que nos dieron fue un cuestionario preguntando si teníamos fiebre, dolor de algún tipo o pérdida del gusto, y eso fue todo", añadió.

Las instalaciones afuera de la costa han sido un foco de contagio para Pemex, que hasta el lunes informó que 350 empleados y ocho contratistas han muerto por complicaciones a causa del patógeno.

Las plataformas albergan a cientos de trabajadores en comedores abarrotados y dormitorios compartidos, creando condiciones que permiten que el virus se propague más fácilmente.

Si bien el virus continúa cobrando un alto precio entre su fuerza laboral, Pemex también se encuentra bajo una gran tensión financiera y presión política para revertir 15 años de caídas en la producción y reducir una deuda más alta que la de cualquier compañía petrolera importante. Eso dificulta que Pemex reduzca la cantidad de personal.

El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró en septiembre que el virus había afectado negativamente la producción. En agosto, una enorme instalación flotante de procesamiento y almacenamiento de petróleo de Pemex frente a la costa del estado de Campeche detuvo sus operaciones durante seis días debido a un brote.

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Una portavoz de Pemex no respondió a una solicitud de comentarios sobre si las pruebas se habían detenido en sus plataformas y si estaban operando cerca de su capacidad normal. Debido a que Pemex realiza la mayor parte de sus pruebas en su vasta red de hospitales y publica las estadísticas sobre los casos y las muertes por COVID-19 a diario, es poco probable que los datos se vean afectados por un cambio en los procedimientos de detección en las plataformas.

A principios de septiembre, Pemex había informado el mayor número de muertes relacionadas con el nuevo coronavirus que cualquier empresa del mundo analizada por Bloomberg.

Ríos Robles trabajó en la plataforma Abkatun-Alfa del 29 de octubre al 4 de noviembre. Durante ese tiempo, estuvo operando con más de 320 trabajadores a bordo, aproximadamente 20 por ciento menos de lo normal, señaló. Robles relató que pernoctaba en un dormitorio con otras cinco personas y comía en un comedor sin ventilación con más de dos docenas de trabajadores.

Tomás Morales Vega, ingeniero de integridad mecánica de Pol-Alfa, dijo que algunos trabajadores que llegaban de Ciudad del Carmen aún estaban siendo evaluados, pero que en el puerto de Dos Bocas las pruebas se habían detenido desde principios de octubre.

"Las plataformas aún se están desinfectando, pero hay menos pruebas y la cantidad de trabajadores a bordo está aumentando", enfatizó. Cuando Morales estuvo en la plataforma por última vez, del 22 de octubre al 6 de noviembre, estaba operando aproximadamente a 70 por ciento de su capacidad, dijo.

Pemex ha dicho que puso en vigencia un plan de emergencia para combatir el COVID-19 en plataformas marinas a principios de marzo y que la compañía estaba realizando pruebas de diagnóstico rápido. Sin embargo, los trabajadores de la plataforma le dijeron previamente a Bloomberg que Pemex tardó en desinfectar los espacios de trabajo y de hospedaje; en reducir la cantidad de personal; en evacuar a los empleados enfermos, y en proporcionar pruebas de diagnóstico antes de que las personas abordaran.

Pemex le dijo a otro trabajador offshore que había contraído COVID-19 en abril que los trabajadores que ya habían padecido el virus no necesitaban hacerse la prueba. La persona, que solicitó el anonimato por temor a represalias por parte de la empresa, abordó una plataforma de Pemex el mes pasado con una decena de trabajadores más, a ninguno de los cuales se le hicieron pruebas.

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