CIUDAD DE MÉXICO.- La actual política de combate a las drogas implementada desde el sexenio del expresidente Felipe Calderón, basado principalmente en el prohibicionista y en los cercos militares en las calles, ha traído efectos poco positivos, y de acuerdo al Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) es momento y una oportunidad para que México cambie su estrategia.
Dentro de algunos de los efectos económicos que esta política ha tenido están que al inicio del gobierno de Calderón, en 2007, se dedicaba 16 veces más a la represión del mercado de las drogas y se redujo el destinado a prevención y tratamiento juntos.
Por ello, expertos del CIDE afirmaron que se tiene que repensar la estrategia dirigiendo los esfuerzos a la prevención no a la prohibición.
Durante la presentación del documento "Acabando con la guerra contra las drogas", realizado entre el CIDE y expertos de la London School of Economics, Alejandro Madrazo, coautor del informe, dijo que lo primero que se tiene que hacer es identificar qué problema se quiere atacar en lo que corresponde al tema de las drogas y la violencia que esto genera.
"Cuál es el problema que se quiere atender y en dónde, se va a fiscalizar el consumo o se busca minimizar el tráfico de estupefacientes y asumimos que se quiere atender el consumo interno, tendría que empezar a pensar entonces en políticas públicas de salud", dijo.
El informe critica la estrategia de guerra contra las drogas a nivel global, incluso la estrategia militarizada del ejército mexicano, y el enfoque represivo de "receta única" de Naciones Unidas; exige un cambio de paradigma internacional, que involucra la resignación de recursos de políticas contraproducentes y dañinas hacia iniciativas de salud pública eficaces, así como la aplicación de políticas rigurosamente monitoreadas y de experimentación regulatoria.
En este sentido, Madrazo preguntó si combatir el delito significa que la policía y los militares anden en las calles viendo en que momento va a ocurrir el delito, "la Marina y el Ejército no están entrenados para hacer las labores de un policía que es detener y no matar a la gente sino de cuidarla, por eso se ha recrudecido esta famosa guerra contra el delito y el narco".