El diseñar un presupuesto de género ayuda a dar forma a políticas fiscales para el logro de la igualdad de género y desarrollo de niñas y mujeres. Además de traer a foco el importante rol del presupuesto para combatir la desigualdad de género, algunas veces ha ayudado a mejorar los sistemas de rendición de cuentas para el gasto público, señala el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El objetivo del presupuesto de género en su concepción más amplia es la integración de los objetivos orientados a las cuestiones de género en las políticas fiscal y administrativa para promover la igualdad de género, el desarrollo de las niñas y mujeres y es una vía para poder cumplir con los Objetivos para un Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para el 2030, en donde 5 de los 17 objetivos, explícitamente llaman a la igualdad de género y el empoderamiento de las niñas y mujeres.
El informe "El Presupuesto de Género: Contexto fiscal y resultados actuales", expone que según el nivel de desarrollo, los países han tomado muchas rutas de presupuesto de género para promover igualdad de género y cada enfoque refleja no sólo los objetivos del país, sino también el proceso particular del presupuesto y capacidades administrativas.
En el plano administrativo, en algunos países, los presupuestos de género han llevado a mejorar los sistemas de rendición de cuentas para el gasto público con fines de orientación de género.
La influencia de los esfuerzos de presupuesto de género puede ser positivos aunque sigue siendo difícil establecer causa y efecto.
El informe del FMI señala que un presupuesto de género efectivo requiere identificar los objetivos orientados a igualdad de género que entran en cada área de responsabilidad de cada ministerio o secretaria, desarrollar programas y solicitar presupuestos para poder obtener esos objetivos.
En algunos países, los presupuestos de género han dado lugar a cambios en las políticas fiscales en áreas clave del presupuesto, como la educación, salud e infraestructura, lo que contribuye a la consecución de metas orientadas a la mujer.
El equipo del FMI realizó una evaluación por regiones a nivel global con una combinación de análisis de estudios de caso de los esfuerzos de presupuestos de género, resultados de investigaciones por los estudiosos que han examinado la experiencia en varios países, y la propia evaluación de los datos que destacan en las encuestas regionales.
Destaca las medidas tomadas en México tanto a nivel federal como estatal con esfuerzos fiscales orientados al género. A nivel federal los esfuerzos inician con la salud; en colaboración con organizaciones no gubernamentales, la Secretaría de Salud diagnostica las necesidades de mujeres, evalúa si los programas existentes son adecuados, asigna recursos presupuestarios y diseña indicadores que midan si se están cumpliendo las necesidades.
"La evidencia sugiere que México ha logrado avances en temas de salud de las mujeres, incluyendo una disminución de la mortalidad materna y el aumento de la esperanza de vida. Reformas presupuestales federales apoyaron la institucionalización de este enfoque más ampliamente en las secretarías de estado", señala el reporte.
A nivel local, en la Ciudad de México un resultado tangible de este proceso fueron los cambios en el transporte público para proporcionar opciones más seguras a las mujeres.
Como muestra de un país europeo, Austria introdujo la igualdad de género como un objetivo claro del gobierno y realizó una reforma fiscal fundamental que busca asegurar que el sistema tributario provea de mayores iniciativas para las mujeres que trabajen. En Bélgica el parlamento aprobó una ley que requiere la integración de una dimensión de género en todas las políticas federales, incluyendo el presupuesto. En Asia, en Corea del Sur hubo un enfoque para incrementar la participación de las mujeres en la fuerza laboral.
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