CIUDAD DE MÉXICO.- Petróleos Mexicanos (Pemex) llega al aniversario 76 de la Expropiación Petrolera con una advertencia de la Auditoría Superior de la Federación: dar viabilidad financiera a su régimen de pensiones, de lo contrario, un escenario de falta de recursos podría incidir negativamente en las finanzas públicas.
El problema es que las aportaciones al Fondo Laboral Pemex (Folape) –con el que se pagan las pensiones jubilatorias, por viudez u orfandad– avanzan más lento que los pagos que se deben hacer, lo que ha impedido constituir un fondo de "reserva" para maximizar en el mediano y largo plazos los recursos para afrontar los compromisos por el creciente número de jubilados y pensionados.
La Cuenta Pública 2012 de la ASF advierte que "de no modificarse en el tiempo las variables presentes, el Folape no será financieramente viable en el largo plazo y podría generar un riesgo para la sustentabilidad financiera de la empresa e incidir negativamente en las finanzas públicas".
Monserrat Ramiro, directora de Proyectos de Energía en el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), aseguró que el pasivo laboral en Pemex es muy grande y no se ha hecho nada para contener su crecimiento.
"Lo que sucede en Pemex es que se va cubriendo la nómina de jubilados con el presupuesto de la paraestatal, entonces en muchos casos por eso Pemex no tiene ganancias, porque se va cubriendo el contingente y porque no hay un fondo específico para las jubilaciones".
Para dimensionar lo "pesados" que son los trabajadores pensionados en términos financieros, la ASF indica que en 2012 el ingreso mensual promedio por pensión otorgada fue de 15 mil 700 pesos, que equivale a 6.3 veces la pensión garantizada que reciben los trabajadores que cotizaron al IMSS y 4.1 veces la pensión garantizada para los trabajadores bajo la Ley del ISSSTE.
En 2012 la pensión garantizada en el IMSS fue de alrededor de 2 mil 500 pesos mensuales y en el ISSSTE de 3 mil 800 pesos al mes.
Mientras que la pensión post-mortem otorgada por Pemex a sus trabajadores ascendió a 8 mil 500 pesos mensuales; 3.4 veces la pensión garantizada en el IMSS y 2.2 veces la establecida en la Ley del ISSSTE.
Ante ese panorama, la ASF urgió a Pemex a valorar alternativas para modificar el régimen actual de pensiones bajo un conjunto de premisas encaminadas al reconocimiento de los derechos devengados de los trabajadores a la fecha de cambio.
Alberto Briceño, presidente de la Academia Mexicana de Derecho de la Seguridad Social (AMDSS), señaló que los trabajadores de Pemex que están en este momento en su derecho a pensionarse o jubilarse lo harán aún conforme a su contrato "que otorga prestaciones muy elevadas", pero apuntó que para los futuros trabajadores la empresa "debe adoptar un esquema de cuentas individuales para darle viabilidad de largo plazo a la paraestatal".