BIRMINGHAM, Inglaterra.- La primera ministra británica, Theresa May, dijo el domingo que activará el proceso formal para la separación de la Unión Europea a fines de marzo de 2017, el primer indicio de un calendario para un divorcio que redefinirá los vínculos de Reino Unido con su mayor socio comercial.
La sorprendente votación de Reino Unido para salir de la UE en junio llevó a May al poder. Desde entonces, la exministra del Interior y líder del Partido Conservador ha estado bajo presión para que entregue más detalles de su plan para la salida, más allá de su manida frase "Brexit significa Brexit".
En una medida para mitigar temores entre los conservadores del oficialismo de que pueda aplazar la salida de la Unión Europea, May dijo en la conferencia anual de su partido en Birmingham, en el centro de Inglaterra, que está determinada a continuar con el proceso y lograr el "acuerdo adecuado".
Tras invocar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa de la UE, Reino Unido tendrá un período de dos años para conseguir uno de los acuerdos más complejos en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
"Invocaremos el Artículo 50 del Tratado de Lisboa a más tardar a fines de marzo del próximo año", declaró May ante los vítores de cientos de miembros del Partido Conservador presentes en la conferencia.
"El Parlamento puso la decisión de salir o permanecer dentro de la UE en manos del pueblo. Y el pueblo dio su respuesta con una claridad enfática", agregó.
El ministro de Comercio británico, Liam Fox -uno de los tres principales defensores del "Brexit" en el gabinete de May-, dijo en la conferencia que "lo que queremos es la mejor salida para Reino Unido, no la más rápida".
Sus comentarios fueron bien recibidos por la UE. El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, afirmó que su declaración había llevado una "claridad bienvenida" a la situación. Pero tras bambalinas existía frustración por la escasez de detalles.
"Es incomprensible que los políticos que hicieron campaña por el 'Brexit' durante meses no tengan idea de qué quieren, no tienen plan alguno", comentó un alto funcionario alemán.
La decisión de Reino Unido de abandonar la UE, adoptada en un referendo el 23 de junio, provocó estragos en los mercados financieros y los inversores intentaron medir su impacto tanto en la quinta economía más grande del mundo como en el bloque.
Los aliados del país temen que su salida de la Unión Europea marque un punto de inflexión en los asuntos internacionales que debilite a Occidente frente a China y Rusia, mine los esfuerzos hacia la integración europea y dañe al libre comercio global.
La libra esterlina se depreció a mínimos de 31 años tras la votación y ahora cotiza a unos 40 centavos de dólar, o 25 por ciento, por debajo que los máximos en seis años que tocó a mediados de 2014.