Los flujos de remesas enviadas a Latinoamérica y el Caribe sumaron 61.25 mil millones de dólares en 2013, sin cambios respecto a 2012, aunque mostraron comportamiento mixto en la región.
Un reporte del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) mostró que el flujo de remesas el año pasado, respecto a 2012, cayó en el caso de México y Sudamérica, mientras que las enviadas a Centroamérica y el Caribe aumentaron.
Expuso que tras la caída registrada en 2009, a causa de la crisis financiera, los flujos se han mantenido sometidos en general, pese al alza experimentada en 2011.
En los años previos a la crisis financiera las remesas a la región tuvieron un crecimiento anual promedio de 17 por ciento, al ubicarse en 64.9 mil en 2009, tras lo cual registraron una caída de 10 por ciento el siguiente año, seguida de un alza de 6.0 por ciento en 2011.
A partir de ese año las remesas han permanecido estancadas, aunque el informe pronosticó una sustancial mejoría a partir de 2014.
La importancia y el impacto que estos flujos tienen en la economía de la región se refleja en algunos países de Centroamérica y el Caribe, donde las remesas representan 10 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y de 5.0 por ciento en la mitad de los países de la región.
Aunque el año pasado experimentó una caída en estos flujos, México continúa siendo el principal receptor de remesas en la región con 21.6 mil millones, sin embargo se situaron por debajo de los más de 22 mil millones que registró en 2012.
El informe indicó que la baja en los flujos hacia México fue consistente con la disminución de los flujos migratorios hacia Estados Unidos, la principal fuente de estas remeses hacia la región, seguido por España.
Guatemala por su parte se colocó como el segundo mayor destino de las remesas el año pasado al registrar 5.1 mil millones de dólares, seguido por Colombia con 4.1 mil millones de dólares, aunque se mantuvo sin variación respecto a 2012.
Otro país centroamericano, El Salvador se colocó como el cuarto receptor con cuatro mil millones de dólares y República Dominicana en el quinto con 3.3 mil millones de dólares.
"Los flujos de remesas a América Latina y el Caribe continúan siendo una importante fuente de ingresos para millones de familias", explicó la gerente general del FOMIN, Nancy Lee.
La funcionaria destacó la importancia de que quienes reciben esos recursos "tengan opciones para ahorrar y así poder acumular activos que les permitan sobrepasar crisis inesperadas y realizar inversiones a futuro en áreas tales como educación, vivienda y pequeños negocios".
El informe indicó que, a medida que ese sector evoluciona, se han incrementado las opciones de servicios que los clientes tienen para realizar estas transferencias, mediante el uso de cuentas bancarias y tarjetas de débito y crédito.
Sin embargo, en muchos países de la región aún prevalece el retiro en efectivo, lo que demuestra que las instituciones financieras tienen una oportunidad para canalizar esos fondos hacia productos de ahorro que se adapten a las necesidades y preferencias de la población receptora.
Dadas las tendencias migratorias y laborales observadas en 2013 y el mejor desempeño anticipado en 2014, tanto para la economía de Estados Unidos como para la europea, evidenciado en la favorable evolución del empleo este año, el informe estimó que en 2014 las remesas a la región podrían aumentar entre 5.0 y 7.0 por ciento.