MADRID.- La petrolera española Repsol comenzó a dejar atrás de manera definitiva un conflicto iniciado hace más de dos años con Argentina con la venta por mil 255 millones de dólares de su participación en YPF en una operación que le ha proporcionado importantes plusvalías.
El banco de inversión Morgan Stanley ha sido el comprador del paquete accionarial del 11.86 por ciento y previsiblemente aprovechará el descuento sobre el precio de cotización (en torno al 4.5 por ciento sobre el precio de cierre del martes, según cálculos de Reuters) para vender las acciones y obtener plusvalías.
"Es una buena operación para Repsol, el descuento que le ha ofrecido Morgan Stanley es bastante bajo", dijo un analista que pidió mantenerse en el anonimato.
La operación permite también a la petrolera española obtener unas importantes plusvalías brutas de 622 millones de dólares.
Argentina y Repsol llegaron a un acuerdo a finales de febrero para el pago de una indemnización de 5 mil millones de dólares en bonos del país sudamericano por el 51 por ciento del capital que fue expropiado a la petrolera en el 2012.
Ahora Repsol vende 46 mil 648 millones de títulos a Morgan Stanley y mantiene todavía una participación remanente inferior al 0.5 por ciento del capital, explicó la compañía al regulador.
"Aunque la venta del 12.4 por ciento de YPF se esperaba, son buenas noticias porque el descuento ha sido bajo", dijeron los analistas de Banco Sabadell en una nota a clientes.
Con la venta de esta participación y la previsible enajenación de los 5 mil millones de dólares en bonos, Repsol obtendrá más de 6 mil millones de dólares que previsiblemente destinará a recuperar parte de la capacidad de producción perdida con la expropiación de YPF en alguna operación corporativa de calado.
Repsol, que recibirá los bonos del Estado argentino en los próximos días, podría vender una parte de hasta mil 500 millones de dólares tan pronto como la próxima semana, dijo el miércoles el diario Expansión.
La petrolera pretende utilizar estos fondos para realizar compras de activos en producción o petroleras, preferiblemente en estados de la OCDE y con preferencia por Canadá o Estados Unidos.