Economía

Trudeau trata 'con pinzas' el tema Trump, en la víspera del nuevo TLCAN

El primer ministro de Canadá señaló que su país comparte un enfoque muy similar con Estados Unidos; sin embargo, Justin Trudeau no quería hablar del tema con la prensa. 

Justin Trudeau realmente no quería hablar de Donald Trump. Después de tres días juntos en un par de reuniones en Europa, el primer ministro canadiense pasó toda una conferencia de prensa esquivando las preguntas de los periodistas sobre su contraparte estadounidense.

Pero mientras Angela Merkel y Emmanuel Macron mostraban signos de frustración con Trump - la canciller alemana dijo el domingo que Europa ya no podía confiar plenamente en los Estados Unidos - Trudeau puso cara de felicidad.

Está decidido a jugar de pacificador mientras confronta una lista creciente de disputas con su principal socio comercial en sectores tales como el de la madera, el lechero y el aeroespacial.

Y, dada la dependencia que tiene Canadá de su vecino del sur, tiene mucho que perder.

"No voy a dar clases a otro país sobre lo que se debe hacer, ni voy a determinar mi postura por alguien fuera de Canadá", dijo Trudeau cuando se le preguntó sobre Trump en una conferencia de prensa el sábado en la ciudad costera de Taormina, Italia.

Compartimos un enfoque muy similar en un amplio rango de temas

Trump dio inicio oficialmente a las nuevas conversaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), cuando notificó al Congreso el 18 de mayo que en 90 días tiene la intención de comenzar a renegociar el acuerdo de 23 años de antigüedad que vincula a Estados Unidos, Canadá y México.

La ministra de Relaciones Exteriores, Chrystia Freeland se unió a Trudeau en el G-7 y dijo que Canadá se concentraría en encontrar "puntos en común" en el comercio con Estados Unidos.

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DISPUTA DE MADERA

El sábado en una reunión bilateral de 30 minutos, Trump y Trudeau discutieron el comercio, pero no el TLCAN específicamente, dijo un funcionario del gobierno canadiense que hablaba bajo la condición de anonimato para discutir deliberaciones privadas.

El período de notificación del Congreso impide que Trump discuta el TLCAN con funcionarios de Canadá y México.

En cambio, los dos mandatarios hablaron sobre madera blanda, acero, aluminio y la industria aeroespacial.

En este último caso, el gobierno de Trudeau está amenazando con echarse para atrás con una compra planeada de aviones de combate de Boeing debido a un caso comercial pendiente contra la canadiense Bombardier.

Trump dijo el sábado en Twitter, poco después de haberse reunido con Trudeau, que "en caso de ser necesario, tomaría medidas importantes", y que su Departamento de Comercio está revisando si las importaciones de acero y aluminio amenazan a la seguridad nacional.

A pesar de todo esto, Trudeau defendió una visión positiva de Trump.

"Sabemos que la creación de crecimiento a través del comercio de maneras que beneficien a todos nuestros ciudadanos es una prioridad que compartimos", dijo Trudeau a los periodistas.

"El enfoque que necesitamos para lograr un comercio justo, libre, abierto y equilibrado es algo que todos compartimos alrededor de la mesa".

Fue una conclusión decididamente más optimista que otras. la canciller alemana Angela Merkel, por el contrario, dejó el G-7 para declarar que "los últimos días" le dejaron reevaluar la fiabilidad de la relación transatlántica.

"Nosotros, los europeos, debemos realmente tomar nuestro destino en nuestras manos", dijo Merkel. 

Macron, el recién elegido presidente francés, describió más tarde su apretón de manos con Trump como un "momento de la verdad" diseñado para demostrar que no es ningún ingenuo.

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