El Preguntario

Bonitos y peligrosos: Estos son algunos de los gatos más letales del mundo

Su belleza y elegancia son el perfecto camuflaje para su letal ataque.

El apetito del gato patas negras es insaciable, puede cazar hasta 14 presas pequeñas todos los días.

Los gatos -normalmente- son adorables y una excelente compañía para los seres humanos; sin embargo, existen algunas razas que son naturalmente peligrosas, salvajes e incluso letales.

Este tipo de gatos son silvestres, independientes y solitarios. Normalmente se encuentran lejos de asentamientos humanos y se alimentan de roedores, aves y carroña de otros animales más grandes.

Gato de patas negras

Uno de estos gatos es el ‘Gato de patas negras’, un felino pequeño el cual se ha ganado el mote de el ‘gato más mortal del mundo’.

Su pelaje es suave y denso. Su color es normalmente dorado con manchas redondeadas de color marrón oscuro a negro que a veces se fusionan en bandas o anillos. Sus grandes ojos son de color ámbar o marrón grisáceo.

Cuenta con dos rayas oscuras en cada mejilla y barras oscuras en las patas delanteras y las caderas. Su cola es corta, aproximadamente la mitad de la longitud de su cuerpo y tiene dos o tres anillos negros, estrechándose hasta un punto de punta negro.

Los gatos de patas negras se encuentran solo en tres países del sur de África: Botswana, Namibia y Sudáfrica.


Es pequeño gato increíblemente tenaz, los nativos tienen una leyenda que afirma que estos pequeños gatos pueden derribar jirafas. Si bien esto no es cierto, rinde homenaje a la feroz determinación de estos pequeños felinos luchadores.

Durante un estudio en Sudáfrica, los investigadores encontraron que consumen mil 725 presas, y los machos tomaron especies de presas más grandes.

Un pequeño gato de patas negras puede consumir 3 mil roedores cada año. También se sabe que comen corderos springbok muertos, aunque en realidad no los matan.

Gato del desierto

Se trata con toda probabilidad del felino mejor adaptado a la vida en desiertos arenosos como los del Sahara, Arabia, Irán, Afganistán, Turkmenistán y Pakistán.

Su cabeza es notablemente ancha, algo que lo hace inconfundible con otras especies similares, y las orejas son muy amplias. El pelaje es de color arena con escasas rayas más oscuras.

Al contrario que otros felinos, la planta de los pies está cubierta totalmente de pelo con el fin de protegerla frente al contacto con las ardientes arenas del desierto.

Se alimenta de roedores (gerbos, ratones), liebres, pájaros, serpientes (incluidas víboras venenosas), lagartos, arañas e insectos.

Caracal

El caracal es un felino de tamaño medio que vive en las sabanas y semidesiertos de África y el oeste de Asia, desde Turquía al sur de Kazajistán y el noroeste de la India.

Al igual que los linces y el serval, el caracal posee una aguda vista y oído muy afinado debido a sus largas orejas puntiagudas, rematadas por penachos de pelo negro.

Caza y se alimenta de pequeños mamíferos, como liebres, roedores, damanes e incluso crías de antílope, pero sus presas preferidas con diferencia son las aves. Puede capturarlas incluso después de emprender el vuelo gracias a su capacidad para realizar portentosos saltos (aproximadamente de 3 metros).



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