Millones de feligreses mexicanos se reunieron el Viernes Santo para celebrar el viacrucis en la alcaldía de Iztapalapa, de la Ciudad de México, en una de las mayores representaciones de la Pasión de Cristo en el mundo.
Este día el pueblo de Iztapalapa, con poco más de 1.8 millones de habitantes, se vuelca para representar este acto de fe católica con cerca de 5 mil personas involucradas, entre intérpretes y músicos, quienes buscan mantener la tradición teatral que se representa al aire libre.
El Viacrucis de Iztapalapa se remonta a 1843, cuando, afectados por una epidemia de cólera, los habitantes de la zona realizaron este acto de fe para pedir terminar con la enfermedad.
Quien interpreta a Jesús, que este año es el joven de 22 años, Cristopher Gómez, cargó una cruz de 70 kilos a lo largo de tres kilómetros, desde la plaza central de Iztapalapa, hasta la cima del Cerro de la Estrella.
La representación de la crucifixión terminó poco después de las 17:00 horas del viernes 29 de marzo. Jesús subió el Cerro de la Estrella, con la cruz a cuestas y la corona de espinas.
Pero y a todo esto, ¿en dónde está la auténtica corona de espinas de Jesús? Te contamos.
Esto sabemos sobre la ubicación de la corona de espinas de Jesús
Según National Geographic, Luis IX de Francia decretó que una capilla albergaría para siempre la corona de espinas de Cristo, para que ningún otro reino católico la tuviera.
Mandó a construir la Sainte-Chapelle, con un caparazón de cantera y una aguja parecida a la de Notre Dame, de París.
Además, es de estilo gótico y tiene representado mil 113 relatos bíblicos repartidos en 15 ventanas, detalla el sitio web de la Sainte-Chapelle. La construcción se inició en 1241, cuando la corona se trajo de Constantinopla.
La corona de Jesús originalmente era una burla, ya que los romanos le dijeron que como era un rey, debía llevarla. Esta se componía de espinas, es decir, material orgánico que con el paso de los años se degrada.
Por ello, se dice que la ubicación de la corona es más bien un mito, ya que las espinas tienen más o menos 2 mil años de antigüedad.
Con información de EFE y National Geographic.